La inflación de abril volverá a ser alta, pero estaría por debajo del 4%, según consultoras
Después del peor dato de inflación en la era Alberto Fernández, 4,8% en marzo, el índice de precios al consumidor (IPC) se mantuvo en niveles altos durante abril, pero al menos, la cifra -que anunciará el INDEC a mediados de este mes- podría empezar con 3, aun bordeando el 4%, de acuerdo a un relevamiento efectuado por Data Clave con distintas consultoras.
Después del peor dato de inflación en la era Alberto Fernández, 4,8% en marzo, el índice de precios al consumidor (IPC) se mantuvo en niveles altos durante abril, pero al menos, la cifra -que anunciará el INDEC a mediados de este mes- podría empezar con 3, aun bordeando el 4%, de acuerdo a un relevamiento efectuado por Data Clave con distintas consultoras.
Empujadas por el arrastre estadístico de marzo, aumento de nafta, y prepagas, entre otros, las proyecciones de los economistas ubican la inflación para el cuarto mes del año entre el 3,5% y el 4%, lo que implicaría, en el peor de los casos, una desaceleración de casi un punto porcentual respecto de marzo, producto de una ralentización en los sostenidos incrementos de los alimentos durante las últimas semanas de abril, el menor deslizamiento alcista del dólar oficial (subió apenas 1,7%, el ajuste mensual más bajo del año), y el congelamiento de las - ahora descongeladas para mayo tras el cortocircuito entre el ministro Martín Guzmán y el subsecretario Federico Basualdo- tarifas de electricidad, y de gas.
“La inflación de abril podría empezar con 3. Aunque el arrastre de marzo, el aumento de la nafta, prepagas y otros servicios auguran una inflación alta en abril, nuestro pronóstico de 4% parece tener algo más de chance de ir hacia abajo que hacia arriba. Faltan datos de esta semana, pero la anterior no habría sido tan mala para los precios”, consignaron desde la consultora Econviews.
Para el director de Eco Go Consultores, Martín Vauthier, en tanto, “la inflación se mantiene en niveles muy altos” y proyecta para abril un IPC “de entre 3,5% y 4%”. “Si bien la cifra es menor al 4,8% de marzo, sigue siendo un guarismo muy elevado, más allá de que el dólar oficial actúe como semi ancla, moviéndose por debajo del 2% por mes, las tarifas también funcionen como ancla, e incluso las paritarias no se encuentren desbocadas, de hecho, se están cerrando por debajo de la inflación esperada por el mercado”.
Las tensiones con los dólares no oficiales (el MEP o Bolsa saltó $10 en abril, y el blue mostró extrema volatilidad), la alta brecha cambiaria (creció 6 puntos en abril al 66%), y las restricciones a las importaciones son algunos de los factores que configuran un piso elevado para la inflación, por encima del 3%, un nivel del que no baja de desde septiembre pasado (2,8%).
Por su parte, Jorge Neyro, economista jefe de la Consultora ACM, remarcó a Data Clave que prevé una inflación cercana al 4%, entre 3,9 y 4%. Explica que “los aumentos de naftas, prepagas, taxis y peajes empujaron el índice el mes pasado, junto con alimentos, que no parecen desacelerar demasiado”. Este rubro clave, que impacta con mayor fuerza en los sectores más vulnerables, fue impulsado por “el aumento de costos logísticos y shocks de oferta en algunos productos cómo la carne, que subió fuerte en abril”, describe Neyro.
Según un relevamiento de la consultora LCG, la suba de precios de alimentos se fue desacelerando en la segunda quincena de abril, aunque el índice promedio del rubro para el mes llegaría al 4,9%, lo que deja un arrastre de 0,9% para mayo. “En la última semana de abril la desaceleración fue de 0,6 puntos porcentuales, contra la semana anterior y se transformó en el registro más bajo de las últimas 25 semanas (desde fines de octubre)”, subrayan desde LCG. Aunque el dato es alentador, vale remarcar que en semanas previas el rubro ya había mostrado desaceleraciones bruscas que se revirtieron rápidamente, advierten.
Conocida la cifra del IPC de marzo, a mediados del mes pasado, el Gobierno lanzó una batería de medidas con el fin de atenuar la suba de precios, especialmente en rubros sensibles al bolsillo de los argentinos en general y de los sectores más vulnerables en particular. Se trató de un conjunto de iniciativas para contener los aumentos en el sector de la alimentación y garantizar el abastecimiento de alimentos, insumos y bienes industriales. Entre esas medidas, se instruyó a inspectores de la AFIP para que exijan el cumplimiento del programa de Precios Máximos, se determinó que se cumpla estrictamente con la aplicación de la ley de abastecimiento, y se analizó la posibilidad de aumentar las sanciones para aquellos que la infrinjan.
Nicolás Pertierra, economista jefe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) consideró que la inflación “puede estar abajo de 4%, entre 3,9%/3,8% en abril”. De acuerdo a la medición de CESO “alimentos frescos fue lo que más creció (4,6%), bebidas fue lo más bajó (2,5% frente al 5%/6% del mes previo), y alimentos secos marcó un 2,9%, con una marcada desaceleración en las últimas dos semanas. En tanto, los electrodomésticos mostraron un incremento del 4,2%/4,3%”. Pertierra recuerda que “entre enero y febrero también se vieron semanas tranquilas como éstas últimas de abril, con lo cual hay que ver si se sostiene en el tiempo”.
Desde el Gobierno admiten que están "preocupados”, pero a la vez “ocupados" frente a la sostenida suba de precios. En las últimas horas, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, dijo que espera que el IPC de abril “sea menor” al de marzo, aunque no quiso brindar ninguna estimación en cuanto a la cifra. Según el diagnóstico del Gobierno, la inflación "tiene muchos factores" que la impulsan, como los "precios internacionales de casi todas las materias primas que la Argentina produce y consume". "Al tener una economía bimonetaria, buena parte de los productos están dolarizados y eso hace que se trasladen los precios", argumentó Kulfas. Al respecto, deberá inquietarse el ministro dado que los commodities agrícolas volvieron a subir con fuerza en abril, con el maíz liderando los incrementos de hasta el 32%.
Otra de las consultoras que estimó una inflación por debajo del 4% en abril es FMyA, liderada por el economista Fernando Marull. De acuerdo a sus proyecciones, el IPC se ubicaría en torno al 3,5% en el cuarto mes del año. En tanto que, para mayo, calcula que la suba de precios en los mismos niveles de abril, con un dólar oficial que “seguirá devaluando a un ritmo de 1,7%, menor que la inflación proyectada”. “Por ahora, asumimos que en mayo impactan luz y gas, naftas y obras sociales”.
Pertierra, por su parte, no ve factores que aceleren los precios para mayo. “Los regulados (tarifas, tipo de cambio, naftas) van a estar tranquilos. La devaluación menor al 2% de abril, fue muy distinta al 4% de enero. Otros factores como actualización de precios que estuvieron congelados por la pandemia (educación y turismo) ya debería haberse concretado en su mayoría. Queda la cuestión de los alimentos y los precios internacionales, pero así y todo se ve más para desacelerar que para mantenerse/acelerar”.
Desde Econviews, por su lado, afirman que “suponiendo que la inflación de mayo y junio esté más cerca de 3%, el primer semestre acumulará un 25% de aumento”, menos de cuatro puntos porcentuales de la pauta oficial para todo 2021. A las subas que vendrán en mayo, vía precios regulados, como alquileres, prepagas, tarifas eléctricas, transporte público -el aumento se hizo a mediados de abril por lo que impactará parcialmente sobre mayo- y naftas, se suma una política monetaria acomodaticia a las necesidades fiscales y de acumulación de reservas, remarcan desde la consultora. Explican que “la expansión de la base monetaria en abril, vía compra de divisas del BCRA, fue contrarrestada por las ventas de bonos para controlar la brecha en menor medida, a diferencia del primer trimestre”.