Guerra de fondo: Guzmán viaja al FMI para renegociar una “flexibilización” de las metas
Con la suba de los precios de los combustibles como escenario, el gobierno argentino busca una que la suba de tarifas, para bajar el déficit fiscal, sea menor.
El ministro de Economía, Martín Guzmán y el presidente del Banco Central Miguel Pesce participarán a partir de este lunes en la Asamblea del Fondo Monetario y el Banco Mundial, donde dialogarán sobre la modificación de las metas fiscales acordadas, a partir de la suba de los precios de la energía por la invasión de Rusia a Ucrania.
La reunión “de Primavera” del hemisferio norte, que se realizará en Washington, incluirá en la agenda temas como el cambio climático, la persistencia de la pandemia y los efectos económicos globales de la guerra en Ucrania.
Argentina se comprometió este año a bajar el déficit fiscal del 3% del PBI del año pasado, al 2,5% este año, y para eso, buscará reducir los subsidios a las tarifas de los servicios públicos.
En este marco, antes de subir al avión el domingo a la noche, el Gobierno anunció la convocatoria a una audiencia pública entre el 10 y 12 de mayo para aumentar 21% las tarifas de gas y el 17% la de energía eléctrica del Área Metropolitana de Buenos Aires
Pero esto no bastaría. El ex secretario de Energía, Emilio Apud, destacó que esos aumentos “son necesarios, pero completamente insuficiente”, debido a que “se han disparado los costos energéticos por falta de actualización tarifaria y por aumento de los precios de los combustibles que hay que importar anualmente”.
“Hoy por hoy los subsidios han aumentado, además de por inflación, por medidas demagógicas como la de (ampliar) las zonas frías, de meter cuatro millones de usuarios con tarifa especial… ¡Es una barbaridad! Con ese 40%, que supongamos que resulte el aumento para el año, y reduciendo la cantidad de gas que hay que importar, aún así no se puede pagar todo”, advirtió Apud en declaraciones a FM Milenium.
Pero el acuerdo con el FMI para renegociar la deuda de unos US$ 41.000 millones que le debe Argentina al organismo, y el otorgamiento de un crédito adicional por US$ 4.000 millones para reforzar las exhaustas reservas del Banco Central, se firmó a mediados de marzo, antes de que Rusia invadiera a Ucrania, y estallaran por el aire los precios de los combustibles, y en menor medida, los granos.
Por eso a fines del mes pasado, la propia Directora Gerente del organismo Kristalina Georgieva alertó que “los riesgos para el programa son excepcionalmente altos y los efectos secundarios de la guerra en Ucrania ya se están materializando”.
“En este contexto, la recalibración temprana del programa, incluida la identificación y adopción de medidas apropiadas, según sea necesario, será fundamental para lograr los objetivos del programa”, dijo Georgieva a través de su cuenta e twitter.