Estiman que la economía argentina crecerá en torno a un 3% durante este año
Es un informe de Ecolatina. Coincide con evaluaciones similares del Banco Mundial y del FMI.
En 2021, la actividad económica creció en torno al 10%, producto principalmente de la baja base de comparación y el arrastre estadístico alto que dejó el año de la pandemia. El 2022 presenta un panorama más complejo, según lo revela un informe de Ecolatina, que considera que “la economía moderará su crecimiento, avanzando menos de 3% promedio durante el año”.
La consultora observa que al contrastar diciembre versus diciembre, “el avance económico sería menor al 1% a lo largo del 2022, evidenciando una dinámica de la actividad todavía insuficiente para que se alcance en términos de PIB per cápita los niveles previos a la crisis del Covid-19”.
En cuanto a los motores que reflejan la estimación realizada, el estudio pone en foco la situación del consumo privado, las exportaciones e inversiones y la incidencia que tendrán los bienes y servicios.
En enero, el Banco Mundial modificó en alza las previsiones para la economía argentina para 2022, al ubicarla en 2,6%, seis décimas más que lo estimado en junio pasado.
El organismo publicó su informe bianual de “Perspectivas Económicas Globales”, en el cual estimó que tras una caída del 9,9% en 2020, la Argentina creció 10% en 2021, recuperando así su nivel previo a la pandemia.
Esos números coinciden con los del FMI que en la última actualización del informe Perspectivas de la Economía Mundial (WEO, según las siglas en inglés), dado a conocer en Washington, prevé que el producto interno bruto argentino crecerá 3% en el año en curso y 2,5% en 2023.
Se observa una mejora de 0,5% tanto para 2022 como para 2023, con relación a las estimaciones que realizara el FMI en su anterior informe de octubre pasado.
Ecolatina proyecta que “el consumo privado avanzará 3,2% en 2022, aunque terminará el año aún 3% por debajo del promedio de 2019 y más de 10% por debajo del alcanzado en 2017”. En 2021 el crecimiento alcanzó el 9,7%, por lo que se daría una merma significativa en el presente calendario. Esto se debe a que “la recuperación en la cantidad de ocupados no será la de 2021, el tipo de cambio no se atrasará y las tasas de interés tenderían a ubicarse en terreno positivo”.
“A esto se suma el riesgo de que una continuidad en la aceleración de la inflación erosione el poder de compra”, advierte el informe y remarca su impacto en el sueldo: “si bien el salario real podría continuar mostrando una mejora en el margen en la comparación interanual de los primeros meses, el buen desempeño se irá diluyendo conforme pasen los meses y persista la elevada inflación”.
El desempeño de las cantidades exportadas también será menor al observado en 2021 y crecería en línea con el arrastre estadístico. “Uno de los limitantes para nuestra demanda externa serán las acotadas perspectivas de crecimiento de Brasil, nuestro principal destino de exportaciones industriales, las cuales se ubican en sólo 0,3% para 2022. En este sentido, tampoco ayudará la moderación de la expansión de China (+5%) y el resto del mundo”, señala el análisis de la consultora.
Asimismo, el estudio pone reparos en el precio de los commodities por el conflicto armado entre Rusia-Ucrania y alerta por las estimaciones de la campaña que son conservadoras por el efecto que pueda generar el clima en la cosecha gruesa.
En cuanto a la inversión, desde Ecolatina proyectan para este año “un crecimiento en torno al 4%, de la mano de un todavía favorable desempeño de la construcción”.
En lo que respecta a la producción de bienes, el informe asegura que las perspectivas de la cosecha “podrían generar que el sector agropecuario se mantenga con un crecimiento acotado o estancado a lo largo del 2022”. En tanto que “la producción de la industria manufacturera puede verse afectada por el acotado crecimiento de Brasil, combinados con los riesgos de que un mayor tipo de cambio encarezcan el costo de los insumos y/o existan complicaciones para el abastecimiento debido una menor fluidez en el flujo de importaciones en un contexto de escasez de dólares”.
A su vez, se destaca la reactivación definitiva de los sectores asociados al turismo, esparcimiento y transporte, tras el levantamiento total de las restricciones sanitarias. Aunque el informe recuerda que “en conjunto estos sectores representan alrededor de 12% de la actividad económica, por lo que no es de esperar que el empuje en la economía en general sea el similar al observado con la recuperación de la industria, la construcción o el comercio en general, que conjuntamente explican el 40%”.
Es así, que si bien tanto los Bienes como los Servicios ya recuperaron los niveles pre-pandemia (en noviembre, se ubicaron 7,7% y 1,2% por encima, respectivamente), “los segundos tendrían algo más de margen para crecer en el corto plazo, mientras que los Bienes mostrarían una ralentización más acentuada respecto de 2021”.
La consultora espera que la recuperación continúe en los primeros meses del año, pero pone reparos en:
1) los riesgos asociados a una menor liquidación del agro, lo que podría complicar el financiamiento de mayores importaciones que promuevan la actividad económica vía una menor oferta de dólares;
2) el impacto de las correcciones cambiarias-fiscales-tarifarias con costos en el corto plazo en materia de actividad y consumo.
3) podría comenzar a diluirse la mejora “arrastrada” en términos de crecimiento del salario real si la inflación persiste en niveles elevados
El estudio concluye afirmando que “en 2022 la actividad económica mostraría un desempeño positivo, aunque moderado y sujeto a riesgos que deberán monitorearse”.