Empresarios respaldaron la decisión del gobierno de cambiar el régimen de importaciones
Afirmaron que el nuevo sistema permitirá "cuidar las divisas, brindar previsibilidad, y garantizar que las PYMES cuenten con los insumos indispensables para seguir produciendo y generando empleo".
La Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), respaldó la decisión del Gobierno de reemplazar el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) y el Sistema Integral de Monitoreo de Pagos al Exterior de Servicios (SIMPES) por el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) y los Pagos de Servicios al Exterior (SIRASE).
En esta línea, la entidad industrial remarcó que las modificaciones implementadas por el gobierno "permitirán cuidar las divisas, brindar previsibilidad, y garantizar que las PYMES cuenten con los insumos indispensables para seguir produciendo y generando empleo".
Asimismo, desde CGERA se aclaró que los sectores productivos representados por la entidad no son parte de quienes presentan cautelares, sobrefacturan importaciones o subfacturan exportaciones.
También se manifestó que "el plazo de 60 días tras el despacho a plaza para girar las divisas continúa siendo insuficiente para muchas PYMES; significarían aproximadamente 100 días para poder girar (60 días más 45 de flete), teniendo en cuenta que muchas PYMES tenían hasta el momento 90 días de plazo y en otros casos, pago anticipado o contra documentación de embarque".
Esta situación ubica en mejor posición a empresas multinacionales o grandes compañías, ya que es su propia casa matriz la que le vende y puede obtener el plazo, o cuentan con acceso a créditos en el exterior que les permite pagar de contado al proveedor. En el caso de las PYMES, es difícil tener este financiamiento externo y el plazo de los proveedores.
Muchas PYMES que contaban con estos créditos los perdieron por falta de cumplimiento de pagos por no tener acceso a las divisas en el tiempo pactado.
Finalmente, los empresarios de CGERA hicieron hincapié en que, en el camino a la reconstrucción de divisas, los gastos en el exterior que se generarán durante el Mundial deberían ser pagados con dólares propios en el momento de los vencimientos.