La foto no fue preocupante, pero tampoco la mejor. En el último día de mayo el Banco Central terminó vendiendo US$ 52 millones. Sólo pudo comprar en los 31 días del mes pasado US$ 2.522 millones, casi un 25% menos que en abril, a pesar de que esta en pleno la cosecha de soja.

Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, hasta la semana pasada se llevaba recolectado el 86% de lo sembrado, pero solo se ha vendido un 36% de ello, en medio de las especulaciones sobre una mejora en los precios internacionales, o la posibilidad de una suba del dólar en el mercado local.

“Sigue bajo el volumen en el mercado oficial”. El jueves solo se vendieron US$ 138 millones “y de ahí el bajo ritmo de compras” por parte del Banco Central, destacó el economista Gabriel Caamaño a través de su cuenta en la red social X.

X de Gabriel Caamaño

Las razones de la menor oferta son obvias. Los precios internacionales de la soja, si bien mejoraron con respecto a a abril, no “despegaron” todo lo necesario, y el “dólar blend” que reciben los exportadores, - 80% oficial 20 % Contado Con Liquidación - no parece atractivo para hacerse de pesos que se licuan a una tasa de interés negativa.

Así que el campo ahorra en silo-bolsas y solo vende lo justo y necesario para invertir –casi el 70% de lo obtenido – para la próxima campaña de trigo y sorgo.

Pero además, comienza a presionar por el lado de la demanda de dólares los pagos que debe hacer la entidad que dirige Santiago Bausilli.

A final del el primer cuatrimestre el BCRA acumulaba una deuda de US$ 9.100 millones a los importadores, advirtió el operador de granos, Santiago Bitelli a través de la red social X

X de Salvador Vitelli

Y si el panorama entre la demanda y la oferta se hace compleja, las gestiones de la Canciller Diana Mondino, y del secretario de Finanzas, Gustavo Quirno, todavía no han dado resultado para que China refinancie los casi US$ 5.000 millones del swap que utilizó el gobierno de Alberto Fernández y tiene que pagar ahora Javier Milei.

Dese el ministerio de Economía se preparan para pagar los US$ 2.900 millones que vencen este mes, y con ese gesto de “buena voluntad” refinanciar los otros US$ 1.900 millones que vencen en julio.