El Banco Central confirmó hoy que transfirió parte del oro de sus reservas a otras cuentas de su propiedad en el exterior, pero omitieron dar detalles de su destino. A través de un comunicado, dieron a conocer que el nivel de reservas suman aproximadamente US$ 4.981 millones.

La entidad que conduce Santiago Bausili indició que completó exitosamente transferencias de parte de sus reservas en oro entre sus diferentes cuentas”, pero aclaró que el manejo de la información del destino es confidencial. "El BCRA expresa su preocupación por la difusión irresponsable de información, con fines políticos, relacionada con estas operaciones antes de su finalización porque puso en riesgo la seguridad de los activos de todos los argentinos", agregaron en el comunicado. 

A su vez indicó que estas operaciones de rebalanceo “no alteran el volumen total de las reservas en oro, que se mantienen equivalentes a aproximadamente US$ 4.981 millones según lo publicado en el balance del 23 de agosto de 2024"

X de BCRA

Una parte del comunicado parece estar dirigida al secretario general de La Bancaria, Sergio Palazzo, quien desde hace unas semanas está advirtiendo sobre la salida de oro al exterior. A fines de julio, el diputado nacional había hecho un nuevo pedido de acceso a la información pública frente a versiones que circulaban en la city. 

"Nosotros tenemos como mínimo registrados cuatro y te diría casi cinco salidas de oro con el Banco Central al exterior y cuando hacemos la consulta por las vías normales e institucionales que corresponden, la respuesta del BCRA es la denegación a todas las informaciones que pedimos", señaló Palazzo en diálogo con AM 750 a fines de agosto. 

De esta forma, el gobierno salió a despejar dudas sobre el envío de oro al exterior, pero sigue sin explicar los destinos de los envíos, alegando la “confidencialidad”. Hasta el momento, la única admisión de los movimientos de las reservas de oro había provenido del ministro de Economía, Luis Caputo, quien en una entrevista había dicho que se realizaban para obtener "un retorno financiero” que no era posible obtener si el metal precioso permanecía dentro de las bóvedas del BCRA.