Dólar Qatar a $310 y dólar pyme a $250: las propuestas de Massa para cuidar las Reservas
El éxito del dólar soja en septiembre (que termina con un aporte de USD 8.123 millones) calmaron las criticas del ala dura del kirchnerismo contra el ministro de Economía por el ajuste que lleva adelante para frenar la inflación. Gobernadores creen que este plan terminará de ampliar la desigualdad y los dejará fuera de competencia en las elecciones presidenciales de 2023, a pesar de que se desdoblen las votaciones o se suspendan las PASO. El pedido de las pymes que preocupa a los gobernadores: un dólar a 250 pesos para exportar o dejar de enviar productos al exterior. El problema del dólar Qatar y la presión para devaluar.
A pesar de los buenos números que puede mostrar Sergio Massa con lo recaudado por el dólar soja (en septiembre se liquidó un +152% por encima del promedio de +233% liquidado en el mismo mes de 2021) las criticas sobre los efectos del dólar soja no frenan y los mandatarios provinciales dicen que uno de los problemas más acuciantes es el pedido que reciben de las pymes de contar también con un dólar Pyme, que ubican cerca de los 250 pesos.
El otro problema que señalan es que si el sector agroexportador utiliza los pesos como una forma de volver a posponer exportaciones, las presiones en el mercado cambiario volverán entre octubre de este año y abril de 2023, ya que no habrá tantos dólares en los próximos meses para cubrir las importaciones, compras de dólar ahorro, consumos con tarjeta y pagos de deuda.
Desde el massismo afirman que el dólar soja fue un éxito rotundo y que la compra neta de divisas del BCRA durante la duración del régimen alcanzó USD 4.972 millones, un récord histórico para un solo mes y que permite el cumplimiento de la meta trimestral de reservas netas con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Suma también que la recaudación por retenciones será extraordinaria, por mayor volumen exportado y por mayor tipo de cambio reconocido por el BCRA (los 200 pesos que se paga el dólar soja) lo que hace muy probable que también se cumpla la meta fiscal del tercer trimestre.
Y aquí es cuando ingresa otra vez el problema del dólar turismo, ya que en julio y agosto de este año el saldo neto de divisas por turismo fue deficitario por USD 750 millones de dólares mensuales y en noviembre, con el mundial de Qatar jugándose, se calcula que se podrían ir hasta el doble de ese numero. Si a eso se le suma la deuda comercial por pagos de importaciones, la situación vuelve a ser explosiva.
La reducción de subsidios, el recorte en la obra pública y la baja de los programas sociales para frenar la inflación empezó a generar revuelo dentro de las filas del peronismo, y varios gobernadores ya sostienen que el ajuste ortodoxo puede generar un gran costo político sin cosechar los beneficios por el lado económico. "Calmarlos será tarea de Massa" afirman en la Rosada.
Pero lo cierto es que a pesar que desde Economía ya señalaron que no habrá prórroga del dólar soja y que no se espera un beneficio similar para otros sectores, ya todos los agentes económicos piden un dólar diferencial. Y aunque Massa descartó una devaluación -"cambiar de un día para el otro el valor del tipo de cambio representa empujar 20 puntos de argentinos a la pobreza”, afirmó el ministro- en el mercado descuentan que aumentarán los controles para las importaciones en las próximas semanas y que vera la luz el dólar-Qatar (el cual podría superar los 310 pesos). También tiene Massa listo el "monotech" o "monotributo tecnológico", por lo que los programadores y exportadores de software podrán percibir parte del salario en dólares de manera automática. Argentina exportara este año mas de USD 8.000 millones por esta industria.
Es por eso que en la city porteña todos se preguntan ya no cómo sino cuándo podría darse el desdoblamiento cambiario en el cual se tenga que pagar el dólar Qatar de acuerdo a una cotización de mercado, cómo se aplicará el tope mensual a los consumos con tarjeta en moneda extranjera y si los consumos adicionales deberán cancelarse con dólares propios o bien comprados en el mercado paralelo. Algo que pondría muy incómodos a los casi 50.000 argentinos privilegiados que viajarán el mundial en el que gastarán, en promedio, más de 10.000 dólares por persona. Billetes verdes que el BCRA cada vez parece más decidido, por el férreo pedido de Massa, a dejar de vender.