Se espera que el próximo 2 de marzo el ministro de Economía Martin Guzmán presente en el Congreso la letra chica del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el cual contaría con el apoyo de parte de la oposición. 

La chance que se juega Guzmán es grande: lograr reducir el déficit fiscal desde el -3% de 2021 a -2,5% del PBI para 2022. Y es que la promesa que le hizo el economista platense al Fondo Monetario, que eyectó a Maximo Kirchner de la jefatura de la bancada del Frente de Todos en Diputados y que muchos en el peronismo miran de reojo, podría cumplirse si los astros y la macro economía logran alinearse.

La hipótesis de Guzmán es bastante simple: para no tener que ajustar un 0,5% el gasto como le pide el Fondo, el PIB debe crecer por arriba del 5% con ingresos tributarios acompañen ese crecimiento. Es decir que la recaudación será más importante que la inflación, ya que eso haría que el gasto fiscal se expanda y, al mismo tiempo, el déficit fiscal se reduzca.

Crecer al 5%, no mirar la inflación y usar el “banco de máquinas”: la estrategia de Guzmán para gambetear el ajuste que pide el FMI

Es en este sentido que el mercado leyó ayer la suba de la tasa de interés. Para los analistas, el Gobierno blanqueó así el hecho de que este año la inflación tendrá un piso de 50%, aunque muchos estiman que el BCRA se haya “quedado corto” y que después de julio, con unas expectativas de inflación que superen el 50%  -como lo indica el 53,9% publicado en el último Relevamiento de Rxpectativas de Mercado (REM) del BCRA- el Central volverá a subir la tasa de referencia. Por ahora la elevó 2,5 puntos al 42,5% nominal anual, que implica una TEA del 51,9%, manteniendo  aún la tasa de interes negativa.

Lo cierto es que el FMI pide dos cosas: una tasa de interés positiva y una reducción de la emisión monetaria para financiar el déficit, dos requerimientos que Guzmán parece haber aceptado. Y si bien en el kirchnerismo duro dicen que eso podría llevar al país a una nueva recesión y por lo tanto a perder las elecciones de 2023, en el Palacio de Hacienda afirman que una tasa de interés real positiva puede ayudar a sostener la demanda de pesos y evitar que se fuguen al dólar. De paso, dicen en el quinto piso del Palacio, incluso podría ayudar a la recuperación del crédito interno y apalancar el crecimiento. Todas visiones muy optimistas que por ahora no logran convencer del todo a La Cámpora y a otros sectores del kirchnerismo.

Un banco para  los que cobran planes

Otra de las propuestas es frenar el alta de planes sociales y lograr que se transformen en trabajo. Así lo aclaro el ministro de Desarrollo Social, ”Juanchi” Zabaleta, quien en declaraciones radiales afirmó: ”tenemos un 1.200.000 beneficiarios del programa Potenciar Trabajo. A partir del 3 de enero por resolución del Ministerio permitimos que cada beneficiario elija en qué unidad de gestión quiere trabajar. Está claro que tienen que trabajar cuatro horas por días y perciben $16.500".

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Zabaleta, acaso uno de los hombres mas cercanos al presidente Alberto Fernandez, argumento que "ya hay más de cien mil beneficiarios de los que el 70% está pidiendo búsqueda de nuevas actividades y pueden ser reasignados para ir a trabajar a unidades de gestión vinculadas a la economía popular. Nosotros pretendemos darle centralidad a lo que es el trabajo y ahí se genera alguna tensión. Planteamos que a cada unidad de gestión, a cada cooperativa que tienen las organizaciones sociales, que tienen las iglesias y entes gubernamentales, aportemos materiales y herramientas. Estamos vinculando el programa Potenciar Trabajo al empleo genuino" afirmó el ex intendente de Hurlingham.

Guzmán en tanto, para no reducir los planes sociales, fomentará a través de Desarrollo Social el “banco de maquinas y herramientas”, que en los hechos no es un banco sino un fondo que posee 2.200 millones de pesos que las cooperativas, los centros de gestión y las unidad ejecutoras pueden usar para transformar los planes en trabajo.

Afirman quienes conocen al ministro de Economía que la idea es poder aumentar los recursos para el Banco de Máquinas, de manera que también aumenten las horas trabajadas y los salarios de quienes integran el plan. Todos proyectos que, con la vista buena del Fondo, podrían empezar a acelerar su marcha a partir de marzo.