Dólar planchado, y plazos fijos derrotados hace meses por la elevada inflación. Con la expectativa de mantenerse sin grandes cambios en el corto plazo, la coyuntura actual le pide al ahorrista promedio ir en busca de alternativas por fuera de la lógica inversora binaria y tradicional de Argentina. ¿El objetivo? De mínima, mantener el poder de compra de los ahorros, apuntando a obtener un retorno que doblegue al 4% mensual que viene mostrando mes a mes el índice de precios de minorista.

Pero el desafío también obliga a los inversores más especializados a mantenerse activos y atentos frente a un mercado financiero global volátil, que condiciona a una plaza bursátil local, ya de por sí alicaída, ante las persistentes dudas por el futuro económico doméstico, en medio de la segunda ola de Covid-19, y las lentas negociaciones con el FMI.

Desde fines de enero, el Banco Central, en línea con la guía del ministro de Economía, Martín Guzmán, comenzó a desacelerar la suba mensual del dólar, intentando desinflar las expectativas inflacionarias: de un incremento de casi 4% mensual de enero, el ajuste del tipo de cambio oficial podría retroceder al 2% mensual o menos durante abril. De acuerdo con Guzmán, el Gobierno apunta a “una pauta de depreciación del tipo de cambio nominal, a lo largo de todo el 2021, de alrededor del 25%”, claramente por debajo de la inflación. Para lograr ese objetivo, la autoridad monetaria se vale de las restricciones a la demanda que imperan en el mercado de cambios, pero sobre todo de la mayor liquidación de divisas del agro, ante los altos precios de commodities, lo que le permitió comprar unos u$s2.700 millones en lo que va del año, dólares que también utiliza para regular el mercado de los dólares financieros y mantener cierta estabilidad en la todavía amplia brecha cambiaria. Mientras tanto, el IPC minorista no baja del 3,2% desde septiembre pasado, y recién perforaría el piso del 3% en junio próximo, según el Relevamiento de Expectativas del mercado (REM) de marzo, conocido el último viernes. Los analistas proyectan una inflación del 46% para todo 2021, unos 15 puntos porcentuales por encima de la meta oficial.

Bajo este escenario, los especialistas recomiendan tanto para inversores conservadores, como para los más arriesgados, puntuales instrumentos financieros, que van desde los Fondos Comunes de Inversión (FCI), los bonos corporativos, pasando por algunas acciones, hasta los Cedear (Certificado de Depósito Argentino, que representan a acciones de compañías del exterior), la inversión estrella de la bolsa porteña, que duplica y hasta triplica en volumen a los papeles de empresas argentinas desde el año pasado.

Para conservadores

El inversor conservador necesita una cartera de inversión de escaso riesgo para conseguir una importante estabilidad en sus inversiones sin requerir un (potencial) crecimiento considerable en el valor de las mismas. Nicolás Lo Valvo, asesor financiero de Balanz Capital, sugiere para este tipo de inversor posicionarse en bonos corporativos dolarizados, o bien en ciertos fondos comunes de inversión. Existen hoy en día, dentro del universo corporativo, “rendimientos muy atractivos sobre empresas de primer nivel.  Vemos valor en créditos como, Tecpetrol 2022 y Arcor 2023 con rendimientos entre un 4% y 6% anual en dólares. Para aquellos clientes, que prefieran delegar una administración activa en este tipo de instrumentos, recomendamos hacerlo a través de nuestro Fondo Balanz Ahorro en Dólares, el cual invierte en instrumentos de renta fija corporativa de alta calidad crediticia en dólares, buscando una apreciación de capital en el corto plazo”, comenta a Data Clave.

En el caso de aquellos inversores que necesiten disponer de una liquidez en pesos en el corto plazo y deseen obtener una renta sobre los mismos, Lo Valvo aconseja hacerlo a través del fondo Balanz Money Market o Balanz Ahorro. El primero, con suscripción y rescate en el día, busca un rendimiento diario a través de activos de elevada liquidez como cuentas remuneradas, plazos fijos, cauciones y pases. El segundo, destinado a aquellos que busquen una inversión similar al plazo fijo, ya que por su composición rinde el equivalente a una tasa BADLAR, pero con la ventaja de poder rescatar en solo 24 horas sin esperar a un vencimiento establecido, detalla. Para quienes tengan necesidad de disponer de sus pesos en el mediano plazo y quieran invertirlos con cierta cobertura, el asesor recomienda el FCI Balanz Institucional (Inflation Linked) o el fondo Balanz Capital Renta Fija (Dólar Linked), a través de los cuales “podrán obtener rendimientos similares o superiores a la tasa de inflación y cobertura contra la devaluación del tipo de cambio oficial, respectivamente”.

Por su parte, desde InvertirOnline.com proponen un portafolio compuesto en un 40% de efectivo, especialmente en dólares; un 25% en activos de renta fija de corto plazo y evitando los bonos en dólares, “que, si bien tienen un rendimiento extraordinario, presentan también una gran volatilidad por lo que no son recomendables para inversores conservadores”; y un 35% en Cedears de empresas globales, “que presentan un riesgo menor que los activos locales y además están atados al precio del dólar”.

Dentro de la posición de renta fija, aconsejan el bono Dollar Linked 2022 (ajusta por el dólar oficial), y FCI de bonos en pesos “Premier Renta Fija Ahorro”, que tiene un rendimiento esperado de 39,8% anual, lo que lo hace una alternativa superadora al tradicional plazo fijo por su rendimiento, pero también por su liquidez (puede ser rescatado en cualquier momento con un plazo de liquidación de 24hs.) y por la diversificación del portafolio.

Por su parte, entre los Cedears ponderan: la empresa General Electric (GE) “vinculada al sector industrial, considerado pro-cíclico y favorable en el contexto actual”; Bank of America (BA), uno de los principales bancos del mundo, con una capitalización de mercado de u$s336.400 millones, comparable con el PBI Argentino; y Coca Cola (KO), una de las acciones denominadas “Blue Chip” que hace referencia a las compañías grandes, reconocidas, rentables, poco volátiles y que pagan altos dividendos.

Para arriesgados

El inversor agresivo necesita una cartera de inversión que capture importantes ganancias de capital en operaciones con elevado riesgo, contemplando que esta exposición a una más elevada volatilidad será recompensada con un mayor rendimiento. Lo Valvo, de Balanz, ve oportunidades para este perfil de inversor en la deuda corporativa argentina. “Para un perfil moderado/agresivo encontramos rendimientos desde un 10% hasta un 17% en dólares. Dentro de este universo, recomendamos Genneia 2022, AES Argentina Generación 2024 y Trasportadora Gas del Sur 2025”, resalta. En renta variable, por su parte, sugiere destinar un porcentaje de la cartera a Cedear, ya que “es una excelente oportunidad para invertir en empresas internacionales con cobertura al tipo de cambio. Nos encontramos en un excelente punto de entrada para estos instrumentos al encontrarnos con un tipo de cambio contendido”. En ese sentido, el asesor de Balanz menciona a varias compañías “con valor”, como Nvidia y Alphabet (Google) en Inteligencia Artificial; Qualcomm y Taiwan Semiconductors en conectividad 5G; y Square como beneficiaria de ambas temáticas.

Desde InvertirOnline.com, asimismo, sugieren un portafolio compuesto en un 25% de efectivo (20% en dólares, 5% en pesos); un 10% en el FCI “Premier Commodities Agrarios”, que contiene contratos de futuros de soja, pero tiene también exposición a otros commodities, como metales industriales y metales preciosos. “El fondo consigue entonces tener un amplio espectro de inversiones, pero todas con el factor común de beneficiarse con la debilidad del dólar a la vez que, gracias a la diversificación, tiene menos volatilidad ante los vaivenes de un commodity en particular”, explican desde InvertirOnline.com. Además, aconsejan destinar un 20% en bonos argentinos, como el Discount en pesos (10%); el Bonar 2035 en dólares (10%); y un 35% en renta variable, repartido en un 10% en acciones argentinas (Loma Negra, y Aluar), y un 25% en Cedear (10% para General Electric; 15% para Bank of America; y 10% para Amazon).