Ahora hay que pedir que llueva para aprovechar el precio de la soja
Luego de tocar los US$ 500 la tonelada, los productores decidieron ampliar el área sembrada, pero la falta de humedad complica la cosecha.
La cosecha de soja, el principal producto de exportación de Argentina con un tercio de las ventas, venía “de capa caída” hacia mediados de año, luego de haber cosechado 45 millones de toneladas y haber tocado los US$ 550 en mayo.
Luego, los precios se deprimieron ante la posibilidad de que la cosecha de Brasil fuera récord, por lo que los productores locales redujeron sus intenciones de siembra a unas 15 millones de hectáreas.
Pero desde noviembre, el valor de la oleaginosa volvió a estar en torno de los US$ 500, por lo que la siembre se intensificó de tal manera que incorporó más de 1,3 millones de hectáreas solo durante la última semana de diciembre, informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Ahora bien, en medio del avance de la siembra, se ubicó en el 81,4% de las 16,5 millones de hectáreas estipuladas para el cultivo, "la falta de humedad superficial comienza dificultar el avance de las labores", advirtió la entidad.
Todo apunta a que la cosecha llegará a las 44 millones de toneladas, apenas una tonelada por debajo de la campaña finalizada este año, y dejará unos US$ 21.000 en exportaciones.
En paralelo, el avance de la trilla de trigo alcanzó el 89,7 % del área apta, luego de un progreso semanal de 11,4 puntos porcentuales.
A fin de diciembre se espera obtener el volumen histórico de 21,5 millones de toneladas, aunque "con el avance de cosecha han mejorado los rindes recolectados en sectores claves del sur bonaerense y si esta mejora en los rendimientos se sostiene hacia el final de la cosecha, podría elevarse la proyección de producción" a 22,5 millones, como prevé el Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación.