El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) de diciembre registró un alza del 5,5% en relación al mismo mes del 2023. Teniendo en cuenta estas cifras, la inversión, junto con la producción de bienes y servicios, bajó 1,8%.

Además, el EMAE, que reúne varios de los indicadores que luego componen el cálculo del Producto Bruto Interno (PBI) presentó en diciembre una suba del 0,5% en comparación a noviembre. La baja del 1,8% de la economía resultó mucho menor de la esperada a mediados de años por los analistas económicos, que la situaban en 2,5%. 

Ayudó en esta recuperación parcial de la actividad económica la mayor explotación de gas y petróleo de Vaca Muerta, y la de litio, en el norte argentino, junto a una recuperación del sector agrícola tras la sequía del 2023.

En este sentido, la Fundación Capital explicó que “si bien es cierto que la actividad ya ha recuperado el nivel que tenía previo al cambio de administración, también lo es que la evolución resultó muy dispar entre los distintos sectores económicos”.

"Mientras los rubros intermediación financiera y explotación de minas y canteras, que incluye hidrocarburos, se ubicaron bien por encima de la suba promedio, sectores como los de la construcción, la industria y el comercio quedaron con números negativos, y estos tres “concentran el 45% del empleo registrado”, aseguró el centro de estudios que fundó el ex presidente del Banco Central, Martín Redrado

“La buena noticia es que, con una dinámica económica que fue de peor a mejor durante 2024, el año pasado dejó un arrastre estadístico de tres puntos. Es decir, incluso sosteniéndose el nivel de actividad de diciembre durante todo el 2025, en el promedio del año se observaría un crecimiento de 3%, agregó la Fundación Capital y concluyó: “De esta forma, este año se presenta como de recuperación, si bien la dinámica entre los sectores continuará siendo heterogénea”.

Por su parte, el IERAL dio cuenta que si el PBI crece un 4,5% este año, Argentina podría retornar al nivel que supo tener en 2017. Bajo el título “Luego de la recuperación, ¿viene el crecimiento?”, la casa de estudios económicos de la Fundación Mediterránea apuntó: “Con el nivel de actividad recuperándose, ahora vale la pena preguntarse cuánto falta para que podamos hablar de crecimiento”.

“El repunte esperado” para el 2025 se ubicará en torno a 4,5%, algo que “no es descabellado y también se explica por el bajo punto de comparación que resulta el 2024”, afirman.

No obstante, aseguran que con los problemas de competitividad que están afectando a los sectores productores de bienes y servicios transable y algo de riesgo climático (clave para el agro), esa proyección está lejos de ser un escenario 100% certero.

De todos modos, destacan que si se cumple esta proyección, “el producto en Argentina podría retornar al nivel que tuvo en 2017, que había sido ligeramente superior al de 2022". Es decir, "un buen año 2025 permitiría compensar las recesiones de 2023 y 2024, y muy poco más, ya que se alcanzaría un nivel de producto comparable al de hace ocho años”.

Desde la consultora Abeceb agregaron una mirada adicional al “rebote” de la economía al afirmar que “el dilema es que cuanto más se aliente la actividad para maximizar el aporte de la recaudación al superávit fiscal -y a la vez, favorecer el ánimo popular preelectoral-, mayor va a ser la demanda de importaciones y la presión sobre las reservas”.

“Dado que la situación internacional es cambiante y pueden producirse shocks no previstos, es conveniente no exagerar la exposición al riesgo cambiario, concluyó Abeceb.