El Índice de Pobreza que confecciona el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) pondera los ingresos que tiene una persona para poder comprar una cantidad de alimentos, indumentaria y servicios, que conforman la Canasta Básica Total (CBT).

Al término del primer semestre del año, esa relación arrojaba que el 52,9% de la población estaba por debajo de la línea de la pobreza, lo que representó un aumento de más de 11 puntos frente al 41,7% registrado de finales del 2023.

Desde junio, el índice de inflación comenzó un camino más firme hacia la baja que marcó el 2,7% en octubre, el menor desde hace casi tres años.

En paralelo, el índice de salario aumentó por encima de la inflación, 6,2% en julio, 7,5% agosto, 5,7% en septiembre, y 4,7% en octubre.

A partir de estas cifras, el especialista en econometría de la Universidad Torcuato di Tella, Martín Rozada, estimó que el índice de pobreza había bajado al 49% a finales de octubre.

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X de Martin Rozada

Sin embargo, el especialista destacó que el cálculo oscila en un rango “mínimo” del 47,5% y un máximo del 50,5%. Con una población estimada en 47 millones de habitantes, poco más de 23 millones estarían debajo de la línea de la pobreza.

El economista Julián Cuenca dio cuenta que “en la década del 90’ no tener empleo era sinónimo de pobreza. Ahora el problema es que podés estar trabajando y los ingresos no alcanzan”.

“Desde la crisis del 2008/2009 que el PBI argentino se mantiene casi inalterable, pero la población continúa en aumento, así que siempre estamos repartiendo la misma torta, pero entre más comensales, y eso, acá y en cualquier otro país, conlleva a un aumento en los niveles de pobreza y mayor concentración del ingreso”, advirtió Cuenca, director de la consultora Economía y Sociedad.