Un resultado clave para el futuro de JxC: la puja final entre "halcones" y "palomas"
La definición presidencial de este domingo puede marcar el fin de una era. Gane quien gane, habrá un reacomodamiento opositor y ya hay movimientos para asumir la conducción del nuevo Juntos por el Cambio. Frentes abiertos en ámbitos ejecutivos y legislativos. El factor Macri como (des)ordenador.
La elección de este domingo es denominada por muchos como “la más importante de la historia”, incluso por los propios candidatos a presidente. Por distintos motivos, Sergio Massa (Unión por la Patria) y Javier Milei (La Libertad Avanza) remarcan que se trata de una jornada bisagra para el país. "Continuidad o cambio", es la consigna que intenta vender el líder opositor mientras que el ministro de Economía asegura que su rival es un “salto al vacío”.
Pero hay un virtual tercio del electorado que quedó fuera de esta discusión, aunque inevitablemente deberá optar por uno o por otro. Se trata de aquel que depositó su confianza en Juntos por el Cambio, alianza opositora hoy desdibujada y con sus socios fundadores en plena crisis interna. No solo hay enfrentamientos abiertos entre el PRO, la UCR y la Coalición Cívica, sino que el partido amarillo tiene su propia interna irresuelta.
Las PASO fueron un intento fallido por dirimir las diferencias ya que luego no hubo un alineamiento real detrás de la figura de Patricia Bullrich. La incursión de Horacio Rodríguez Larreta en la campaña a una semana de las generales quedó forzada y no tuvo impacto. Lo mismo corre para la conducción nacional de la UCR, que apareció a cuentagotas y a regañadientes. Pero todo eso tiene un factor común: los hilos del expresidente Mauricio Macri.
El expresidente fue implacable en su idea de imponer su visión del “cambio”, mejor representada por Bullrich y los denominados “halcones”. Y eso hizo mella en el PRO pero también en la alianza a nivel general. En el camino quedaron las aspiraciones de la UCR de tener un candidato a presidente propio. Tampoco prosperó la iniciativa “superadora” de Facundo Manes, que dilapidó su capital político ganado en 2021. O al menos no lo puso a disposición en este turno electoral.
Y en ese derrotero, quedaron envueltos en la vorágine los distintos dirigentes de uno y otro lado, mientras intentaban la doble tarea de sostener la unidad sin perder su identidad individual. Ya superadas las instancias electorales en las que estuvieron en competencia, quedaron dos opciones: abstenerse y apostar a la neutralidad, o patear el tablero y jugar “por la propuesta de cambio ganadora”.
Una vez más, Macri metió la cola. Sin debate posible y entre gallos y medianoche, decidió el apoyo a Milei del PRO y forzó a Bullrich a salir públicamente a apoyarlo, a días de haber competido contra él. Esta situación reavivó las diferencias en el partido amarillo y disparó la interna con la conducción radical, que explotó en las últimas semanas con acusaciones cruzadas entre el expresidente y el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales.
Pero no hay tiempo para lamentos. En los distintos espacios que componen la alianza opositora ya trabajan para la reconstrucción de Juntos por el Cambio, o lo que quede de la coalición. Un primer grupo es el de los “halcones”, con fuerte anclaje bonaerense. Bullrich como punta de lanza pero con el aporte de territorialidad de Cristian Ritondo, que jugará desde el Congreso, pero también con intendencias que responden a él, diputados y concejales.
En ese lote se anotan también dos intendentes de peso, pero que el próximo 10 de diciembre dejarán su cargo. Se trata de Néstor Grindetti (Lanús) y Martín Yeza (Pinamar). El último logró mantener la intendencia pese a no ser candidato y será diputado nacional en el próximo Congreso, donde intentará conducir lo que quede de JxC con Ritondo a la cabeza.
En el territorio, tendrán tres municipios propios (Arrecifes, Pinamar y Zárate) y un grupo de legisladores provinciales y concejales que le añadirán volumen político. Claro que tendrán dos escenarios diferentes según quién gane el domingo. Si gana Milei, se acoplarán a un gobierno en las coincidencias. Si triunfa Massa, buscarán liderar a la oposición desde el Congreso, sin la responsabilidad de gestión que tendrán otros, que deberán lidiar no solo con Axel Kicillof en la provincia, sino que también con un gobierno peronista a nivel nacional.
En ese contexto, este viernes se reunieron los intendentes del PRO en La Plata para analizar las elecciones generales del 22 de octubre y por supuesto, lo que sucederá este domingo en el balotaje. Sin embargo, no hubo una posición unánime para respaldar a Milei. Hasta la fecha, solo Yeza, Grindetti y Javier Iguacel (Capitán Sarmiento) respaldaron al libertario. El resto optó por el silencio. Por lo bajo, algunos asistentes al almuerzo que encabezó el alcalde local Julio Garro confiaron que lo harán por “el cambio”.
El caso es que Massa tiene buena relación con la gran mayoría de los dirigentes políticos, de distintos espacios, el PRO incluido. Pero además, muchos de los jefes comunales continuarán en sus cargos, por lo que tampoco quieren pronunciarse por uno o por otro, porque luego necesitarán una buena convivencia.
“Tratamos de estar lo más unidos posible. Sabemos que si nos dividimos le hacemos el juego al peronismo", señaló un intendente de peso a Data Clave. "Tenemos la responsabilidad de defender los intereses de nuestra gente, de municipios”, agregó. Y hubo un esbozo de autocrítica: “La dirigencia política debe hacer un mea culpa, la gente demuestra no estar conforme con lo que se ha hecho en las últimas décadas”.
En la cumbre de intendentes se discutió también la fiscalización en la previa al balotaje. “Es distrito a distrito, en algunos lugares nos pusimos de acuerdo al instante, en otros es más complejo", indicó uno de los que apoya a Milei. "Nosotros pusimos a disposición todo y después es La Libertad Avanza la que decide”, afirmó un alcalde de un bastión clave.