Mayra ya no se inmola por La Cámpora y se recuesta en otro espacio peronista de cara al 2023
La intendenta de Quilmes mueve las piezas pensando en reelegir y busca tender puentes dentro del propio espacio. A pesar de su refugio en el camporismo, también empezó a darle protagonismo a la agrupación Juntos por Quilmes, liderada por Ángel García. Reparto de cargos y reacomodamientos tras el "escándalo" por el presunto desvío de fondos a cooperativas.
Aunque todos lo nieguen, el 2023 ya se puso en marcha. Gobernadores, legisladores, intendentes y dirigentes territoriales ya mueven las fichas pensando en lo que será un contexto electoral agravado por la crisis económica y atomizado por las grandes diferencias políticas que se ven en las principales coaliciones como lo son el Frente de Todos y Juntos por el Cambio.
Es en ese marco que Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes, empezó a dar señales de su construcción local para la difícil tarea de poder reelegir otro mandato. Y entra la categoría de "difícil" porque todos los referentes comunales, a pesar de tener buenas o malas gestiones, son arrastrados por el contexto nacional.
La referenta quilmeña ya dio señales de habilidad política en las PASO, cuando el oficialismo perdió por casi 7 puntos ante la lista de concejales del ahora diputado provincial Martiniano Molina. Mayra Mendoza reacomodó su gabinete, mostró amplitud y terminó revirtiendo el resultado en noviembre con una victoria por apenas un punto.
Si bien el triunfo se lo adjudicó públicamente a Máximo Kirchner, lo cierto es que la intendenta hizo un reacomodamiento y se encolumnó en otros espacios que aportaron votos y gestión en pleno relanzamiento del gabinete.
Dentro de ese amplio espectro del peronismo disidente aparece la agrupación Juntos por Quilmes, liderada por el exconcejal y actual secretario de Servicios Públicos del municipio, Ángel García. El dirigente se acercó a Mayra a principio de la gestión luego de bajar su candidatura a intendente para sumarse a la gestión.
Juntos por Quilmes terminó recibiendo esta semana la "bendición" de la intendenta luego de semanas cargadas de rosca en la Legislatura provincial, donde se repartieron los cargos pendientes en el directorio del Banco Provincia, la Defensoría del Pueblo y el Tribunal de Cuentas. Una negociación entre oficialistas y opositores que terminó generando una ruptura en Juntos por el Cambio con la renuncia del dirigente Joaquín De la Torre.
Mayra Mendoza eligió que García integre la nómina de adjuntos de la Defensoría del Pueblo de la Provincia, con el cargo de Defensor Adjunto de Ambiente y Asociaciones Civiles. A su vez, también designó al directorio del Banco Provincia a la camporista Laura González, actual titular de la Delegación de Trabajo de Quilmes.
Parte de esta unidad entre La Cámpora y los sectores del peronismo disidente vienen de una orden del a gobernación de llegar unidos, sin fisuras y compactos de cara al 2023, donde el oficialismo tendrá la misión de resguardar su nicho.
Lo cierto es que también existe el trasfondo político por el último escándalo que vivió el municipio de Quilmes con el presunto desvío irregular de fondos para cooperativas que estaban a nombre del ex subsecretario del municipio, Sebastián Raspa. Por este hecho, Mayra Mendoza fue imputada junto a Martín Bordalejo, un abogado y exfuncionario de Quilmes que sería titular de sociedades y cuentas off shore; José Alejandro Scozzari, Romina Cangelosi, Alejandro Gandulfo y Cecilia Soler.
Todavía no está claro si García, en su desembarco a Provincia, terminará dejando el lugar en la secretaría de Servicios Públicos, al igual que González en la Delegación de Trabajos quilmeña. Lo cierto es que la intendenta del distrito todavía debe definir si hará o no un nuevo reacomodamiento de gabinete pensando en tres ejes: renovación de confianza, volumen en la gestión y proyección rumbo al 2023. La Cámpora sigue estando en los planes, pero Mayra ya no se inmola en sus raíces y apunta a un único desafío: renovar mandato.