Macri denuncia que es perseguido por Zanini y Cristina Kirchner por la causa del Correo
El ex presidente publicó una carta en la que asegura sufrir maniobras judiciales por parte de la vicepresidenta y el Procurador del Tesoro. "El gobierno busca venganza. Buscan dañarme y tienen como objetivo a mis hijos", expresó.
El ex presidente Mauricio Macri publicó hoy una carta en la que asegura ser perseguido por el Gobierno nacional en el marco de la causa Correo Argentino. "No pido privilegios, pido justicia", lanzó.
El ex mandatario, que actualmente está de viaje por Europa, se pronunció públicamente sobre la situación judicial que lo involucra por el manejo del Correo a través de la empresa SOCMA, de su grupo familiar, que está inmerso en un larguísimo proceso de quiebra.
La última novedad que contó Data Clave fue que la Cámara Comercial frenó al Superior Tribunal de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, en su intento de querer ingresar para tener acceso al expediente por el cual se investiga el vaciamiento del Correo a manos del grupo.
El Correo fue privatizado durante el gobierno de Carlos Menem, quien se lo entregó al grupo que encabezaba Franco Macri. Al poco tiempo, el grupo dejó de pagar el canon que se había acordado y cuando Néstor Kirchner llegó a la presidencia, rescindió el contrato y el Correo volvió a la órbita estatal.
En ese contexto, Macri, explicando su versión de los hechos, escribió: "En 2001, Correo Argentino SA, concesionario del servicio postal, tuvo que presentarse en convocatoria de acreedores por los graves incumplimientos de los compromisos del Estado Nacional. En efecto, a los pocos meses de haber asumido, Néstor Kirchner rescindió la concesión del Correo violando el debido proceso. Además, en un acto inconstitucional, le robaron a la empresa todos los activos: la totalidad de su equipamiento, vehículos, instalaciones, infraestructura, sistemas y hasta el dinero en las cuentas bancarias. El Estado nunca pagó ni un peso por esos activos".
Durante el proceso del concurso de acreedores el Ministerio Público sostuvo que hubo maniobras de vaciamiento de la compañía y de desvío de fondos por parte del grupo Socma, pese a que el Correo ya era manejado por el Estado.
Durante la presidencia de Macri la empresa ofreció un plan de pagos que dejaba en el olvido la mayor parte de la deuda que el Estado le reclamaba al grupo Macri. El Ejecutivo dio la orden de aceptarlo, pero todo se frustró cuando la fiscal Gabriel Boquín se opusó y denunció que se trataba de un acuerdo ruinoso para los intereses del Estado.
La última movida para salvar a la empresa de la quiebre fue el pedido de Tribunal Superior de Justicia porteño, que en general falla en favor del gobierno de la ciudad, de querer intervenir en el expediente, pese a que no tiene facultades para hacerlo.
"La reserva efectuada constituye un intento de sustraer la causa de sus jueces naturales. Carece de base legal, resulta temeraria y configura un claro caso de forum shopping", dijo la fiscal Boquín en su última dictamen.
La carta completa
El gobierno busca venganza. Buscan dañarme y tienen como objetivo a mis hijos. Ese acto lo ejecutan a través de la Justicia, manipulada por el procurador del Tesoro, Carlos Zannini. De eso se trata el caso del Correo Argentino SA.
Voy a explicar en esta carta algunos aspectos de lo que está pasando en la causa del Correo para que la opinión pública tenga claro que no solo está en juego la integridad de mi familia, sino la idea misma de justicia. Esto que me está pasando a mí no le puede pasar a ningún otro argentino.
En 2001, Correo Argentino SA, concesionario del servicio postal, tuvo que presentarse en convocatoria de acreedores por los graves incumplimientos de los compromisos del Estado Nacional. En efecto, a los pocos meses de haber asumido, Néstor Kirchner rescindió la concesión del Correo violando el debido proceso. Además, en un acto inconstitucional, le robaron a la empresa todos los activos: la totalidad de su equipamiento, vehículos, instalaciones, infraestructura, sistemas y hasta el dinero en las cuentas bancarias. El Estado nunca pagó ni un peso por esos activos.
A partir de ahí, el gobierno kirchnerista rechazó todas las propuestas concursales de la empresa, que siempre contaron con la aprobación de los síndicos y el acompañamiento de la casi totalidad de sus 700 acreedores.
Esta situación anormal se dilató durante los últimos 18 años. Agotados por el atropello político y judicial, y sin expectativas de encontrar justicia, recientemente los accionistas aprobaron el pago del 100% de la deuda y el pago de todos los intereses de esa deuda, según la Justicia determine.
Sin embargo, el gobierno rechazó una vez más esta propuesta. Al contrario, se manifestó en forma aún más hostil e ilegal que los gobiernos anteriores de Cristina Fernández de Kirchner. Ahora, el procurador Carlos Zannini, actuando en contra de los intereses del Estado y de la gente, rechazó cobrar el 100% de lo adeudado. En lugar de ello, excediendo sus facultades, exige sanciones y la quiebra de la empresa.
¿Por qué Zannini hace esto?
Porque si aceptara que la deuda fuera pagada no podría pedir la quiebra.
¿Y por qué quiere pedir la quiebra?
Porque mis hijos fueron accionistas.
Esa es la razón. Es la forma de atacarlos para atacarme. Esta es la verdad. No es justicia, es persecución y venganza.
Lamentablemente para la credibilidad del fuero comercial, Zannini logró varios fallos violatorios a los derechos constitucionales.
La fiscal Gabriela Boquín rechazó todas las propuestas de pago hechas por Correo Argentino y solo se preocupó por perseguir su quiebra. La fiscal no quiere que el Estado Nacional cobre, quiere que el Correo Argentino quiebre. Es raro, este no es el comportamiento que tiene con otras empresas. De hecho, es todo lo contrario a lo que hizo con OIL Combustibles, la empresa de Cristóbal López.
Por otro lado, es bueno que la opinión pública sepa que si la jueza Marta Cirulli llegara a rechazar la propuesta de pago total de la deuda que hizo Correo Argentino, será un oscuro hito histórico que significará la destrucción de la seguridad jurídica en nuestro país. Será cada vez más difícil, si no imposible, que empresas argentinas y del mundo confíen en invertir y desarrollar empleo en nuestro país.
Espero que la Sra. Jueza Marta Cirulli y las Sras. Camaristas María Lilia Díaz Cordero y Matilde Ballerini se den cuenta de que todavía están a tiempo de frenar estos atropellos. Tienen en sus manos la responsabilidad histórica de preservar los tribunales como el último espacio en donde un ciudadano puede encontrar protección judicial ante los atropellos, la corrupción y la venganza.
Ojalá la Justicia Comercial no quede en la historia como un protagonista responsable de haber contribuido a transformar nuestro querido país en Argenzuela.
No pido privilegios, pido justicia.