La teoría de las puntas: cómo y por qué gana terreno el radicalismo bonaerense
En los próximos días largarán varios nombres propios para disputar la gobernación, pero confían en que traccionarán los extremos, Presidente e intendentes. Manes (o Morales) a la cabeza y un candidato en cada pueblo, la fórmula para crecer.
La Convención Nacional del 27 de mayo se realizó en La Plata y no fue casualidad: allí se coronó Gastón Manes al frente del organismo que el año que viene puede definir las candidaturas. El hermano del neurocientífico es el principal armador de los boina blanca en PBA. Y claro, impulsa la candidatura de Facundo a la presidencia.
Podría decirse que el apellido Manes es el que le devolvió el protagonismo perdido al radicalismo bonaerense, pero bien se podría plantear a la inversa: el armado político y la movilización de los correligionarios de la provincia de Buenos Aires del año pasado hizo las veces de plataforma para la llegada del neurocientífico al Congreso.
En cualquier caso, ambos se retroalimentaron: Manes aportó un apellido de peso que hasta el momento la UCR no tenía en territorio bonaerense y el partido centenario le dio la estructura que no poseía el profesional de la salud. Ahora, la estrategia es similar. Referentes del radicalismo de PBA abonan a lo que podría llamarse “la teoría de las puntas”.
Esto es, candidatos fuertes en los extremos de la boleta: Presidente e intendente y no tanto para la gobernación. Si bien es un enfoque y una apuesta, es también una necesidad, ya que no hay en la provincia un nombre de peso específico. La carta del 2021 ya no corre porque Manes está lanzado para la presidencia y todo indica que será el elegido del partido. Hasta Gerardo Morales reconoce que “mide muy bien” y podría encolumnarse detrás suyo.
Según confió una alta fuente de la conducción provincial a Data Clave, en los primeros días de julio largarán varios nombres propios para disputar la gobernación, pero confían en que traccionarán los extremos, Presidente e intendentes. Facundo (o Morales) a la cabeza y un candidato en cada pueblo, la fórmula para crecer. Así, la línea es que cada candidato bonaerense saldrá del nacional. Esto es, uno por el neurocientífico, otro por el jujeño y los demás que suenan (Valdés, Cornejo).
“Habrá un candidato a presidente radical, también en la Provincia y en cada distrito del país. Todos los que estamos en el día a día nos sentimos orgullosos de ser parte de esta etapa, de aportar para una renovación que ya está dando frutos”, indicó la diputada provincial y convencional nacional de la UCR, Alejandra Lordén.
En tanto, un sector del radicalismo no descarta que finalmente haya un acuerdo con el PRO, que ya tiene candidatos instalados como Diego Santilli o Cristian Ritondo. Pero por si a caso, sacarán a la cancha el próximos mes 3 o 4 candidatos propios que recorrerán la provincia, en especial el interior profundo, donde el radicalismo es más fuerte.
Sin confirmaciones oficiales, es un secreto a voces que uno de esos nombres será el del presidente del bloque de diputados bonaerense y máxima autoridad del comité provincial, Maximiliano Abad. De buena consideración legislativa y reconocido en su rol de referente partidario, el flanco débil del marplatense es su poco conocimiento de cara a la sociedad. Por fuera de la rosca política son pocos los que saben de él.
El resto de los elegidos serán seguramente un intendente de los varios que tiene el radicalismo en la provincia, con excepción de Gustavo Posse. De todos los jefes comunales es quien mejor mide, pero es mirado con recelo por viejos desplantes -fue a interna contra Abad y perdió- más allá de un reciente intento de mostrarse participativo de la vida institucional del partido.
Cabe recordar que mucho de lo que se decida se trabajará en el espacio de construcción política en el comité provincia: la Fundación Poder, presentada en marzo de este año. Este organismo hará las veces de “think thank” de los boina blanca. De allí saldrá la plataforma de gobierno para el 2023 y más allá. Está conducida por Lordén y Abad.