Nunca antes en Argentina, desde que las redes sociales se impusieron como parte de la vida cotidiana de millones de personas, los funcionarios de gobierno y especialmente el presidente de la Nación hicieron un uso tan desmesurado del recurso comunicacional como Javier Milei y sus equipos. Cuentas fake, trolls, bots y un círculo que se cierra en si mismo y termina generando “El Diario de Milei” y exponiendo a quien pretenden proteger.

Oficiales o extraoficiales, los equipos generadores de tendencias en redes, integrados por ministros y secretarios e incluso la vocería presidencial; o por la corte de medios, mediadores, influencers, asesores y trolls del conglomerado virtual de comunicación afines a LLA suelen funcionar en sincronía. Tienen un mismo modo de interactuar en las redes sociales: lo hacen de manera directa, muchas veces violenta o sarcástica (que es otra forma velada de violencia) y sin demasiado interés en la veracidad.

El presidente bate récords de permanencia en X y ha llegado a postear o "megustear" más de ochocientas veces en un día. A tal punto es llamativo, que se creó una cuenta específica para hacer el seguimiento del tiempo que el presidente destina a la exTwitter, que promedia las tres horas diarias y que muchas veces se superpone con los horarios de la agenda oficial. En la cuenta creada por el desarrollador @esoesnulo puede constatarse día a día cuántos likeos, a qué y durante cuanto tiempo dedicó el presidente.

Al momento de escribir esta nota, por ejemplo, llevaba 229 likes, la mayoría a cuentas de influencers de derecha que a su vez replican su contenido, y a cuatro medios: La Nación, La Derecha Diario, Agarrá la Pala y Tv Libertaria, los tres últimos bajo la órbita del Madero Group, propiedad de Fernando Cerimedo, y uno de ellos dirigido por Juan Pablo Carreira, alias Juan Doe, actual director de comunicación digital del gobierno. El resto, a influencers que suelen transitar los pasillos de la Rosada como Lady Market y El Peluca Milei.

Es una especie de círculo cerrado de generación de noticias, distribución, consumo y nueva generación. Pero a veces esa rueda mediática interna se rompe y aparecen actores externos, como la cuenta Jumbot, en la que se referenciaron públicamente el ministro Luis Caputo y el propio Milei.

El viernes, en entrevista con Jonathan Viale, el ministro demostró la baja inflacionaria poniendo como ejemplo las mediciones de precios de esa cuenta bot, aparentemente perteneciente a la cadena de supermercados que, por otra parte, solo medirían precios en Capital Federal, La Plata y cinco capitales de provincia, un mapeo poco demostrativo del movimiento de precios de todo el país. 

X de Jumbot

El lunes, exultante, el presidente volvió a mencionar alegremente ese registro en una entrevista con Alejandro Fantino, como una muestra cabal de los logros de su gobierno. Milei, que además de economista dijo textualmente ser experto en crecimiento con y sin dinero y saber como arrasar con la inflación; y su ministro de economía, dieron por válida una deliberada fake news cuasi fantasiosa para cualquiera que vaya, aunque sea una vez, a un supermercado. 

El deseo de sostener a como sea su propia idea de lo fáctico apalancado en las redes sociales, hacen que se cometan estos tremendos dislates que significarían, en otro tiempo aquí o en otro país ahora, el derrumbe de la credibilidad que como mínimo debería llevarse puesto a un funcionario.

X de Jumbot

No repuesto de eso pero con el afán de ignorar todo lo que lo contradiga, sabiendo de la complicidad de sus replicantes virtuales, 24 horas después el presidente volvió a cometer una gaffe brutal: retuiteó un post del perfil de X "Impuestos y Equidad" en donde se muestra un gráfico que detalla el porcentaje de habitantes de diversos países que tienen empleos públicos.

Gobierno virtual: el efecto de la campaña de bloqueos y "la ira de los influencers" con Data Clave

Argentina, en ese gráfico, va en punta con un 20%. El presidente comparte esa información. El detalle es que un forista precavido, pregunta a "Impuestos y Equidad" en que fuentes documentales se basaron para mostrar esa estadística. La respuesta fue: "Hola, no nos acordamos. Pero leemos tanto que ya ni nos acordamos. Pero es un dato que salió en todos lados". Ese tipo de información, lograda con ese método, es la que el presidente comparte como una verdad incontrastable. Sería casi risible si no fuera que como presidente genera opinión pública.

Discurso de odio: el accionar de la justicia

Las últimas semanas fueron complicadas para el universo de los trolls, los influencers y todo el equipo de Fernando Cerimedo. La exposición mediática de sus métodos, quién es quién en esa trama y cómo funcionan trascendió los límites de las redes sociales y saltaron a portales, radios y canales de televisión.

En ese marco, el Poder Judicial empezó a dirimir algunas cuestiones que se originaron en redes y por estos personajes. Injurias, calumnias, amenazas en forma de tweets que minan la salud emocional de sus víctimas; el temor de que alguien tome la iniciativa, fomentado por los discursos de odio, de llevar a la realidad lo que sostiene en la virtualidad; el descrédito, la pérdida de trabajos o de vínculos personales son algunas de las consecuencias de estas campañas de trolls y bots orquestadas para esos fines.

Malena Galmarini fue una de las tantísimas víctimas de este accionar de personas que, además, suelen esconderse en el anonimato. Llevó la cuestión a la justicia y eso hizo que miles de personas sepan quienes se escudan detrás de nicknames y qué vínculos tienen con diferentes actores del gobierno, incluyendo al presidente, o el mismo Cerimedo.

El antecedente más cercano de un condenado por la Justicia por hostigamiento en redes es el de Jorge Manuel Gorostiaga, más conocido como Danann, un influencer a quien sigue más de tres millones de personas y uno de los constructores del fenómeno mileista, cuando el economista recién era un candidato a diputado. El hombre, que suele tomarse fotos en un Falcon Verde y que sube los 24 de marzo, deberá pagar una millonaria suma a la mujer que fue blanco de sus insultos. 

La decisión la tomó la jueza Paula Nuñez Gelvez, titular del Juzgado PCyF 21, bajo la imputación de la contravención de discriminación, según el art. 71 del Código Contravencional, y además tiene prohibición de mencionar a la denunciante en cualquiera de sus plataformas, una mujer trans desconocida, sin ningún tipo de relevancia mediática o política, a quien además de descalificar, burlar y denigrar, incitó a miles de sus seguidores a hacer lo mismo.

Uno de los argumentos que esgrimió Gorostiaga para defenderse ante la justicia fue que la medida judicial atenta contra su libertad de expresión; algo que también sostienen los trolls libertarios acusados por Galmarini. Lo curioso es que estas personas que no dudan en insultar de manera brutal, mentir y desprestigiar a cualquiera; cuando la prensa muestra su accionar amenazan a medios y periodistas con "hacerles pagar en la justicia", lo que claramente sí sería un atentado contra la libertad de prensa y expresión y una clara muestra de pedido de censura de quienes, además, esgrimen ser liberales libertarios.

Intento de censura a Data Clave

El abogado Alejandro Sarubbi Benitez representa legalmente a los trolls denunciados por la extitular de AySA. En su cuenta de X, en la que es él también un "influencer" libertario, expuso un supuesto "complot" entre esta cronista, el editor de Data Clave Mauro Federico y la esposa de Sergio Massa. 

"La maniobra es muy simple. Mauro Federico es editor de Data Clave, quien a su vez tiene como periodista a Ivy Cángaro, quien a su vez el 29/12/23 escribió lo que Malena Galmarini presentó el 5 de abril. Federico, que conduce "Argenzuela", las lleva a ambas para exponer el tema en C5N", marcó.

"Esto evidencia de forma clara que existe una maniobra para perseguir, acusar, hostigar, calumniar e injuriar a personas por el simple hecho de manifestarse a favor de este gobierno y/o en contra de Sergio Massa. La denuncia, muy estúpida, es más bien una mera cacería ideológica", sostuvo en redes. La cuenta que lleva el nick "Traductor", y cuyo responsable es Esteban Glavinich, le responde: "Entonces se verá a quien le transpira realmente el culo, doctor? Porque hoy Rial dijo que nos iba a transpirar el culo a nosotros. Pero la diferencia es que nosotros tenemos pruebas y ellos tienen delirios místicos".

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A todos estos posteos respondieron sus cientos de seguidores con comentarios edadistas, gordofóbicos, sexistas, misóginos, y hasta confundiendo a esta cronista con una reconocida mujer trans de nombre similar. Deseos de muerte, cárcel, balas, coronaron los comentarios. 

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Bloqueo de cuentas

Ningún discurso de odio puede sostenerse todo el tiempo durante mucho tiempo. Por lo que la forma que fue efectiva para cooptar a miles de seguidores, fundamentalmente adolescentes sin formación y sin más interés que seguir una moda, empezó a resquebrajarse por múltiples causas: la iteración constante de formas y términos que pudieron ser disruptivos y llamativos al principio pero que terminan agotándose; el choque entre la realidad y la virtualidad que aún los más indiferentes no pueden soslayar; la volatilidad de intereses de esos mismos seguidores que empiezan a ir por otros estímulos; la respuesta de miles que antes eran indiferentes a estas bravatas y ahora las toman con enojo entre otros motivos.

Lo cierto es que están perdiendo seguidores, y a eso que se dio naturalmente, se sumó la campaña generada por varios influencers como Nita Cervio: el bloqueo masivo de trolls libertarios, esos personajes famosos o no, con miles de seguidores o unos pocos, que entran a cada perfil a insultar, y a las miles y miles de cuentas bot, sin seguidores ni nombre que generan tendencia.

Muchas de esas cuentas tienen tilde azul. Eso significa que son cuentas verificadas por la red social de Elon Musk, que son monetizadas y que además, aparecen primero en cualquier búsqueda o encabezando los comentarios de cualquier publicación, lo que permite que se vean primero. Esas cuentas, además, son monetizadas, por lo que sus propietarios ganan dinero con cada posteo, viralización y visualización. El presidente, que legal y éticamente no podría tener una cuenta así, tiene su perfil con tilde azul: gana dinero con eso.

Algunos de los responsables de esas cuentas tienen también cargos en el gobierno, como el mencionado Carreira, el diputado Agustín Romo o presumiblemente Daniel Parissini; y todo el ejército de influyentes de los que muchas veces dimos cuenta en este portal. Por caso, a muchos de ellos se los vio en el palco del Congreso, a los gritos, el día de la apertura de sesiones.

El bloqueo de esas cuentas es un gran golpe a la estrategia comunicacional, puesto que: impide se viralicen sus propios contenidos de odio; evita que puedan comentar en otras cuentas; limita las visualizaciones solo a quienes son sus contactos, por lo que terminan pescando dentro de la pecera; no suman seguidores y sobre todo, como son cuentas verificadas, impide que ganen dinero con la monetización.

Un trabajo del periodista Gabriel Castro muestra que entre el 11 de marzo y el 4 de abril, la progresión de seguidores nuevos del total de veinte cuentas relevantes tomadas como muestreo general cayó un 75%. Pasaron de tener 8000 usuarios nuevos diarios, a dos mil.

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Esto genera desaliento en sus propios seguidores que al manejarse en manada y por identificación, si uno se va, otros lo siguen en la huída. La pérdida de interés es proporcional a la euforia inicial. El mapeo general de veinte cuentas de los influencers con más seguidores, muestra la estrepitosa caída del número de personas a las que llegan. El mismo presidente padece, también, un brusco descenso de seguidores, que dificilmente pueda remontar.

Agunos casos particulares de los influencers mas reconocidos, muchos de ellos denunciados por Galmarini:

TREBUQUERO: El 11 de marzo tuvo 550 seguidores nuevos, tuvo una pronunciada curva de descenso que sube vertiginosamente el 24 de marzo, cuando hicieron la campaña conjunta difundiendo el video del gobierno. Luego, la caída va en picada, y sus seguidores son la tercera parte de los habituales.

GORDO DAN: Pasó de 1200 diarios en su período de apogeo, a una caida abrupta de no más de cincuenta diarios. Como varios, el 24 de marzo tuvo un repunte por la viralización del video pero luego no pudo modificar la caída abrupta.

IÑAKI GUTIERREZ: Pasó de tener 300 seguidores diarios, a números negativos. No solo no suma, sino que dejan de seguirlo de a manadas, pierde un promedio de 80 seguidores diarios.

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AGUSTIN ROMO: El caso del diputado es uno de los más destacados: Su pico más alto fue el 14 de marzo, con 550 seguidores, para terminar en estos días con números negativos. El 24 y 25 de marzo tuvo un leve repunte básicamente porque el caso de la muerte de su abuela fue trending topic y tendencia durante dos días. Por primera vez fueron tendencia por imagen negativa y fue un enorme daño a su método de comunicación.

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DANANN: Tuvo un pico de 1400 para caer a números 25 veces inferiores. El impacto fue absoluto. La última semana perdió seguidores pues fue condenado por la justicia por grooming, y encima no hizo ninguna publicación al respecto. Danann vive de la monetización de sus cuentas en redes sociales y en youtube, por lo que el daño es mayúsculo.

TRADUCTOR TE AMA: Fue quien lideró la campaña contra Galmarini. El rosarino siguió la tendencia de la caída libre de seguidores y en él fue notoria la estrategia de "salir a pescar" en otros espacios, posteando comentarios en grupos y perfiles incluso ajenos a lo político.

El principio del fin parece estar llegando para este tipo de comunicación tan bien orquestado por usinas de propaganda como las que dirige Cerimedo, o ahora desde algunas oficinas de Casa Rosada. Lo que puede ser efectivo para lograr alto impacto y que rebote en beneficios electorales, no puede sostenerse ante el choque con la realidad que cada uno de sus seguidores vive a diario. Aquellos que popularizaron en redes el slogan "Vayan a agarrar la pala", parece que finalmente tendrán que tomar también ellos la herramienta de trabajo.