Denuncias y campaña sucia: qué hay detrás de la feroz interna del PJ rionegrino que salpica al gobierno nacional
El peronismo de la provincia patagónica arrastra viejas rencillas de larga data. La pelea por el control del Partido Justicialista hizo mella puertas adentro y los debilitó de cara a las elecciones. El mano a mano entre el ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria, y el senador Martín Doñate, que partió al FdT. La unidad, una utopía en el sur.
El peronismo tiene un gran desafío en este 2023 a lo largo y ancho del país. El Frente de Todos enfrenta una parada complicada en las elecciones ejecutivas y ya no solo por sus adversarios. Más allá de los problemas externos sin resolver como la inflación y el avanzada de Juntos por el Cambio, el mayor escollo está puertas adentro. La interna de la coalición oficialista amenaza no solo a la gestión nacional, también los pone en jaque en todo el país.
Y ya no se cierne la pelea a albertistas vs kirchneristas, ni al rol de los massistas. No. En cada punto del país hay matices, colores que tienen que ver con la pertenencia propia de provincias que no se rigen bajo el mandato que parte de Buenos Aires. Más bien es todo lo contrario, cuando hay algún designio o dedazo es mal visto en el territorio. Sobran ejemplos de bien considerados en la gran capital que son ignotos en el pago chico. Y eso, más tarde o más temprano se paga.
Y en este derrotero de disputas en el justicialismo, hay en el peronismo rionegrino una puja que viene de larga data, pero que en los últimos días explotó en redes sociales y tuvo escalada nacional. Sucede que se difundieron afiches y publicaciones en redes sociales con la cara del senador nacional Martín Doñate y la leyenda “traidor”, en referencia al acuerdo del legislador con su par de la Cámara Alta y candidato a gobernador, Alberto Weretilneck, en la previa a los comicios provinciales del 16 de abril.
El dato es que Weretilneck es el líder y fundador de Juntos Somos Río Negro, partido que gobierna la provincia desde 2015. Y sus inicios tienen una pata peronista, ya que se gestó en el poder, cuando Alberto quedó al frente del Ejecutivo tras el asesinato de Carlos Soria, en enero del 2012. Era entonces vicegobernador y asumió la gestión. Ya para el final de ese mandato, los cortocircuitos eran indisimulables y terminales. El resultado es historia: el entonces gobernador se abrió y creo JSRN para competir en los comicios de junio de 2015 y se impuso en las urnas.
La referencia histórica no es azarosa. Aquel rompimiento marcó una enemistad que se arrastra hasta la fecha entre Weretilneck y el hijo del fallecido mandatario provincial, hoy ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria. El hijo mayor del ‘Gringo’ fue un acérrimo opositor durante toda la gestión de Juntos Somos Río Negro. En ese momento era el intendente de General Roca -hoy lo reemplaza su hermana, María Emilia- y su linaje le valió llegar a conducir el PJ provincial. Desde entonces, enemigos íntimos.
Pero el carácter volátil del ahora titular de la cartera judicial y su estilo personalista le costó una resistencia interna en el peronismo. Allí fue creciendo otra forma de conducción que encarnó el senador Martín Doñate. Poco a poco, el referente de La Cámpora en Río Negro le fue copando la parada, con la carta de ser el hombre de Cristina Fernández de Kirchner en la provincia. Entonces Soria pasó a tener dos frentes, uno externo y otro “en casa”.
Así fue como pagó el precio en los comicios del 2019, donde fue aspirante a la gobernación y perdió con claridad ante una casi debutante Arabela Carreras, que ligó una transferencia de votos sin precedentes del entonces gobernador Weretilneck. Aquella derrota fue un golpe duro y letal, en especial puertas adentro, donde lo catalogaron como el mariscal de la derrota.
El sumun de esta interna se corona con las pegatinas que coparon las calles de Viedma, Cipolletti y otras ciudades con la imagen de Doñate y una palabra: “Traidor”. Además, agregan que “vendió el partido justicialista en Río Negro”. La referencia es porque el senador se sumó al armado de Weretilneck y lo acompañará en su intento de volver a ser gobernador, bajo la excusa de un gran frente anti grieta y para evitar cualquier chance de JxC. En la práctica, es la estocada final al sorismo.
Pero el culebrón no termina en la cartelería. En todo caso, se destapa allí. Un rastreo muy superficial de las cuentas y la publicidad que se pagó en redes sociales dio rápidamente con el autor material de la maniobra. La información está en la biblioteca de anuncios de la red social Facebook, requisito mínimo para realizar pagos que habilitar la difusión. Así, cualquiera puede acceder a la identificación telefónica, correo y página web.
Surge así que “Comunicación Digital Río Negro” pagó el anuncio de ‘Los Traidores’, como consta en la información pública, que se identifica con un número de teléfono, un correo ([email protected]) y página web offtopic.com.ar. Todos pertenecen a Gonzalo Manuel Santos, director general de Comunicación, Prensa y Ceremonial del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. En otras palabras, el vocero de Martín Soria.
“El clan Soria se maneja así, con mensajes mafiosos. Tampoco les gustó perder la interna”, confió un referente local de La Cámpora a Data Clave. “Improvisados, llenos de odio. Se equivocaron feo”, completó un dirigente de la flamante alianza oficialista, que fogoneó los acuerdos entre Weretilneck y Doñate.
La jugada responde también a un temor latente: perder el último bastión del sorismo, General Roca. Allí, la colectora kirchnerista del candidato de Juntos Somos Río Negro la encabeza el ministro de Producción rionegrino Carlos Banacloy, que se presenta con “Orgullo Roquense”. Es un riesgo cierto la derrota, ya que al igual que en la instancia provincial, JSRN arrastrará adhesiones de extrapartidarios. El desenlace de la historia es incierta y este fue un capítulo más de una novela de traiciones, enemistades y viejos rencores. Mientras tanto, al PJ los devoran los de afuera.