El Frente de Todos nació con la clara intención de sacar del gobierno al entonces presidente Mauricio Macri y pese a que, en su momento, la estrategia de Cristina Fernández de Kirchner, de poner como principal candidato al sillón de Rivadavia a Alberto Fernández (y así sumar a buena a una importante porción del justicialismo anti k, entre ellos el Frente Renovador), fue celebrada por buena parte del peronismo, los resultados no fueron los esperados.

Ya sin las mieles de la conducción nacional, Unión por la Patria (la denominación que adoptó el FdT para las elecciones de 2023) atraviesa por estos días uno de los momentos más complejos. El fallido congreso del PJ nacional, realizado semanas atrás en Ferrocarril Oeste, en el que no se oficializó la licencia de Alberto Fernández como titular y donde, salvo excepciones, nadie pidió la palabra, dejó a la vista que el principal músculo político de la coalición parece no tener un norte a la vista.

La situación hoy no es la mejor. Los diversos actores de la alianza política dirimen sus diferencias en público a través de los delfines calificados para dar la compulsa. Y, en ese contexto, el peronismo vuelve a perder la verdadera discusión: el armado de un plan para lo que viene y la concreción de una coalición electoral que ya empiece a trabajar con la mira en 2025 con la agenda de la gente en alerta principal.

Pese a que las declaraciones principales giran en torno a la mala gestión del gobierno nacional, el peronismo navega en un mar revuelto donde todas sus corrientes se cruzan a cielo abierto. Sobre todo en la provincia de Buenos Aires, la provincia más fuerte en términos electorales, gobernada por Unión por la Patria. 

La actualidad hoy refleja un todos contra todos que pone en riesgo la unidad como tal y deja al descubierto intereses personales por encima de los proyectos colectivos en pos de la felicidad del pueblo. En ese marco, los intendentes y referentes que se encolumnan con el gobernador Axel Kicillof descargaron munición gruesa contra La Cámpora, el sector más cercano, en términos de representación, a CFK.

Los dardos más filosos llegaron de parte de un excámpora, el ministro de Desarrollo de la Comunidad en PBA, Andrés Larroque, quien marcó la cancha de manera contundente, al dejar en claro que "cualquiera que ose murmurar, conspirar o sembrar cuestionamientos extraños” contra Kicillof “en una joda rara está y no está jugando a favor del peronismo”. 

¿Qué significa la conducción de Cristina? ¿Qué es la conducción de Cristina? ¿Que tres ñatos te manden un WhatsApp? Yo no quiero esa conducción de Cristina, quiero la conducción con movimiento popular, cuadros auxiliares de conducción, mesas de discusión, con debate, con programa, con método y movilización”, agregó.

(Des) Unión por la Patria: con la mira en 2025, el peronismo enfrenta uno de sus momentos más complejos

Luego de las declaraciones del funcionario, el jefe comunal de Ensenada, Mario Secco, quien junto a Jorge Ferraresi (Avellaneda), Julio Alak (La Plata) y Fernando Espinoza (La Matanza), forma parte de la liga de intendentes que busca marcar la cancha de cara a las elecciones de 2025, fue por más. "No es bueno que Cristina mande mensaje por Whatsapp a través de otros compañeros, eso te hace calentar", sostuvo el mandatario municipal y apuntó: "Muchas veces los que rodean a Cristina terminan haciendo pelotudeces".

Como era de esperar, hubo respuesta. La jefa comunal de Quilmes, la camporista, Mayra Mendoza manifestó quelo que más importa hoy es el daño que le están haciendo al país, no las declaraciones trascendentes o intrascendentes que aportan o que no aportan de algún dirigente”. 

(Des) Unión por la Patria: con la mira en 2025, el peronismo enfrenta uno de sus momentos más complejos

Y remarcó que “casi que no tengo palabras para esa falta de respeto. Me parece que bueno, un día decir una cosa, al otro día decir otra, nos pone en un lugar que no es el que quiero estar como dirigente ante nuestra sociedad. Creo que algunas declaraciones dejan de lado lo humano y son netamente en el plano de la especulación política, para mí eso es nefasto”. 

Sobre esto, y en diálogo con Data Clave, un dirigente de peso bonaerense fue claro al respecto: “Son los típicos celos de hermanos. No más que eso. Pero sería bueno que se expresen en los canales correspondientes porque cuando los ponés frente a frente después no dicen nada y se mancha la unidad”.

Quien tampoco se perdió la oportunidad de dejar en claro su opinión fue el exministro de Seguridad, Aníbal Fernández:Larroque está diciendo la verdad de la milanesa: los líderes no piden permiso, avanzan de a poquito”. Y agregó: A Kicillof primero hay que sacarle a la manga de salames que tiene alrededor y que intentan perjudicar para que no pueda avanzar sobre la posibilidad de ser un candidato, ya estos pibes han hecho demasiado daño bajo el apellido de sus padres”.

La compulsa general se da en un marco en el que el peronismo comienza a sentar presencia de cara a las elecciones del 2025. Y en el que todos quieren decir presente. Además, también está en juego la conducción del partido a nivel provincial, un espacio que busca ser ocupado por otros referentes como Fernando Gray (Esteban Echeverría) y Ferraresi.

Daño colateral

En el marco de la interna, quien también salió a golpear fue el integrante del directorio del Banco Provincia, Sebastián Galmarini (Frente Renovador), quien salió a responder las declaraciones vertidas por el presidente del PJ de CABA, el camporista Mariano Recalde, quien aseguró que para las elecciones de 2023, “el candidato de Cristina era Wado de Pedro. El kirchnerismo no tuvo candidato en el 2023”.

Me parece que hay que pensar antes de hablar. Y también ser honesto intelectual para no volver a repetir los mismos errores. El candidato de todos fue Massa porque todos creímos que era la mejor propuesta en un escenario electoral muy difícil. El encierro no fue una gran consejera en las diferentes ofertas electorales de los últimos años. Si te sirve, te paso los resultados”, le contestó Galmarini por redes sociales.