Efecto “búnker”: Macri siente que Bullrich puede perder las PASO y busca acomodarse
Los realineamientos internos que preocupan a los “halcones”. El miedo a quedarse sin nada, tras el triunfo de Pullaro en Santa Fe. El expresidente en busca de una foto de unidad en la noche de 13 de agosto, como intento por evitar la pérdida de poder. El “error” de “los que se fueron con el Pelado” y la “traición” de Patricia. Claroscuros de familia entre los nietos del Nonno Giorgio, de Polistena.
Como todo corredor que viene pisteando desde atrás, Horacio Rodríguez Larreta acelera en el tramo final de la campaña y acorta distancias en las encuestas, a tal punto que Patricia Bullrich -su oponente interno en esta primaria con sabor a elección general- comienza a preocuparse por la diferencia que suelen hacer los dirigentes de peso y el aparato como el que ostenta el jefe de gobierno porteño, justamente en las instancias definitorias de un proceso electoral.
Tras haber jugado de modo indisimulable a favor de su ex ministra de Seguridad, Mauricio Macri intenta mostrarse ahora como “el garante de la unidad” y apuesta a gestualidades que permitan exhibir su actitud como la de un líder del espacio amarillo. Sin embargo, varias fuentes que formaron parte de su entorno durante más de dos décadas, confiaron a este portal que el verdadero motivo por el cual “finge un rol salomónico” es porque “por primera vez percibe que su candidata puede perder y teme quedarse sin el pan y sin la torta”.
Una de esas fuentes –que hoy trabaja en la campaña de Rodríguez Larreta- recordó ante este cronista el encuentro casual que mantuvo con el expresidente a principios de julio, en los pasillos de un centro de convenciones donde se realizaba un encuentro empresarial. “Lo saludé muy formalmente, me miró y me dijo ‘qué error cometiste en irte con el Pelado, porque los va a cagar’. A lo que yo le respondí que a veces es mejor actuar de acuerdo a las convicciones y antes de despedirlo, le retruqué con una pregunta filosa: ¿y Patricia? ¿Cuánto piensa usted que lo va a bancar a usted en caso de que gane?”, fue el diálogo que reprodujo el informante.
Aunque su ignorancia sobre la gran mayoría de los temas es evidente y queda expuesta cada vez que sus interlocutores le ceden la palabra por más de cinco minutos, Bullrich tiene en claro cómo funcionan los resortes del poder y sabe cómo accionar algunas palancas que la colocan aún como la precandidata preferida por la mayoría de los votantes de la principal coalición opositora.
Sin embargo, luego del triunfo de Maximiliano Pullaro en Santa Fe, la sensación de victoria aplastante que se percibía en los nidos “halcones” hasta ese momento, comenzó a atenuarse, a tal punto que hoy muchos visualizan un resultado mucho más estrecho. “Cuando las diferencias son cortas, el peso del aparato se hace sentir, y en esta interna el aparato lo controla Horacio, por eso están tan preocupados algunos de los chicos que la rodean a Patricia”, completó otra fuente larretista.
Desde el bullrichismo optaron por minimizar los movimientos dirigenciales que esta semana sacudieron el panorama “cambiemita”. Las adhesiones del radical Facundo Manes y de una histórica del PRO como María Eugenia Vidal a la candidatura de Rodríguez Larreta, lograron el efecto buscado: preocupar a los oponentes internos y mostrar músculo para ampliar aún más la coalición luego del 10 de diciembre, siempre y cuando Juntos por el Cambio logre imponerse en las elecciones generales.
“Ellos juntan dirigentes, nosotros apuntamos a estar cerca de la gente”, explicó un allegado a la exministra macrista. A pesar de que fingieron superación, esperaban que Vidal mantuviera su neutralidad en la pelea de Juntos por el Cambio y que la presencia de Cristian Ritondo, su máxima figura bonaerense, en sus listas era una señal indirecta de apoyo a Bullrich.
Pero el anuncio de una definición similar a la de Manes -anunciada 24 horas antes en Tandil-, inquietó a los dirigentes bullrichistas: “Mariú” tiene mucho predicamento entre la tropa amarilla y peso propio en la dirigencia de JxC, mientras que al neurocientífico lo consideraban “amigo” desde aquella foto de familia durante la Fiesta de la Vendimia junto con otros correligionarios como Alfredo Cornejo, Carolina Losada, Rodolfo Suárez y Luis Naidenoff.
En cualquier escenario, el PRO parece haber sufrido una fractura indisimulable, que un triunfo de Bullrich solo profundizará. “Patricia es cualquier cosa menos magnánima, si gana se va a quedar con todo y después del 10 de diciembre, al Pelado le va a negar hasta el saludo”, le dijo a Data Clave un dirigente con acceso al principal despacho del edificio de Uspallata.
Dos primos en blanco y negro: una historia de familia
Este viernes Mauricio y su primo Jorge Macri -precandidato a la continuidad familiar al frente de la ciudad de Buenos Aires- compartieron un acto en el barrio de Belgrano R. para apuntalar la postulación del exintendente de Vicente López. "Como me gusta a mí siempre repetir: ‘si no está roto, no lo arregles’. Y si nos hemos llevado bien con el PRO, Jorge viene a darle otra versión 3.0 de lo que hemos hecho hasta ahora, porque siempre se puede mejorar más", aseguró el ex mandatario para apuntalar a su candidato ante Martín Lousteau, la opción radical.
"Así que estoy seguro que bajo su conducción, la Ciudad va a seguir mejorando y dándole mejores oportunidades a todos los vecinos de Buenos Aires y a todos los que vienen de gran Buenos Aires a trabajar también", sostuvo el ex presidente, quien compartió un alfajor Jorgito (por el nombre del candidato): Mauricio se comió uno blanco y Jorge, uno negro. La idea de marketing provino del legislador Darío Nieto, ex secretario privado del presidente. Una lectura perfectamente posible del intercambio de golosinas, supone algo mucho más profundo que una simple descripción sus respectivas pigmentaciones cutáneas.
Ambos nacieron en Tandil. Aunque se llevan siete años de diferencia, compartieron buena parte de su infancia en esa ciudad del sur de la provincia, de donde a su vez son oriundas las madres de ambos: Alicia Blanco Villegas y Alicia Boga Dhers. Los dos, también, cursaron en Tandil el jardín de infantes, y aunque primaria y secundaria la transitaron en Buenos Aires, en vacaciones de invierno, verano y fines de semana, era común verlos en el Club “Los 50”, o compartir tiempo en la casona familiar de la avenida Colón, la quinta de Villa Laza o ya adolescentes, en Circulares del Club Independiente.
La sociedad tandilense de entonces era pequeña y varias fuentes del lugar comentan lo que siempre fue un hecho: la barra conformada por los amigos de Mauricio, todos muchachos de apellidos del patriciado local, en general rubios y de ojos claros por ser descendientes de vascos o daneses (la colectividad es profusa en Tandil), hacían del “bullying” una disciplina, y el blanco fijo solía ser Jorge, varios años menor, quien solía oficiar de “che pibe”. Además de ser más chico, ostentaba otras dos condiciones que fomentaban las cargadas maliciosas del primo Mauri: el color de su piel, y su sobrepeso notorio.
"En una ocasión fueron en tropel a Áccaro, un boliche de moda. Lo había invitado especialmente Mauricio y sus amigos. Al llegar, entraron todos y Jorge, último de la fila, fue frenado por el portero, previamente arreglado, que le dijo: ‘Usted mejor vaya al Unión’ (un club barrial a donde iban las clases menos pudientes), y no lo dejó entrar para risa de todos los demás", recordó una mujer que participaba de aquellas tertulias.
La ciudad como telón de fondo de la interna PRO
La disputa interna en la cuna del partido amarillo puede ponerle una bisagra a la actitud que asuma el ex presidente en la primaria a nivel nacional. Aunque claramente es su favorita, Macri no tiene previsto efectuar ninguna manifestación pública a favor de Bullrich, a menos que Larreta exprese abiertamente su preferencia por Martín Lousteau. "La gente sospecha que Horacio se inclina por el candidato radical, pero no creo que se anime a hacerlo en público", sugirió Mauricio entre sus allegados.
Algunos especulan con que pueda blanquear su apoyo durante las entrevistas que dará a principios de esta semana. “El lunes dará una nota en @todonoticias y el martes en @lanacionmas. Después se va a Punta Cana para no participar del cierre de campaña de @PatoBullrich. Lo que guarda en secreto es si en las notas le dará su apoyo público”, anticipó en su cuenta de twitter el siempre bien dateado Jorge Rial.
Tanto en el entorno de Pato, como en el del Pelado, el ánimo general es que no habrá respaldo. “Mauricio no se va a jugar por otra derrota, luego de haber respaldado a varios candidatos que hicieron agua”, señalaron en obvia alusión a Luis Juez, Carolina Losada y Rodrigo de Loredo, que tuvieron el respaldo de Macri y perdieron.
En Parque Patricios, se frotan las manos a la espera de los próximos movimientos del “padre de la criatura”. Aunque nadie se anima a jubilarlo, la ecuación parece simple: “si la apoya y otra vez su candidata es derrotada, tiene que dejar la política y dedicarse exclusivamente al bridge”, ironizó un larretista envalentonado.