En la Argentina las reservas se ubican en U$S 25.205 millones, hace 5 años atrás, antes de la pandemia se ubicaban en U$S 57.996 millones, el deterioro del balance del Banco Central es manifiesto. Esto no es solo producto de la mala administración del Estado, la actividad económica cayó notoriamente, la sequía nos dejó con menos exportaciones, y la falta de poder adquisitivo más pobres.

El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que representa el PBI mensual, nos indica que en los últimos 5 años mayo 2023 versus mayo 2022 la economía cayó el 3,5%. En igual período de tiempo la población creció en aproximadamente 2,5 millones de personas. Esto nos indica que la economía cayó, pero mucho más medida per cápita. Tuvimos en el transcurso de los 5 años una pandemia global, pero no hemos podido revertir el escenario de crisis.

En materia de inflación, en el año 2018 se ubicó en el 29,5% anual, mientras que en los últimos 12 meses alcanzó el 115,6% anual. Casi que se multiplico por 4, esto le quito poder adquisitivo al salario, y espanto a la inversión, consecuentemente no se crearon puesto de trabajo en el sector privado, y la precarización laboral es alarmante.

En el año 2018 los puestos de trabajo en el sector privado alcanzaban los 7,3 millones personas, en el sector público 3,5 millones de personas, asalariados no registrados 4,8 millones de personas y los no asalariados sumaban 5 millones de personas. En total 20,6 millones de personas.

En el primer trimestre del año 2023 los trabajadores del sector privado sumaban 7,4 millones de personas, en el sector público 3,7 millones de personas, asalariados no registrados 5,4 millones de personas, y los no asalariados 5,7 millones de personas. En total 22,4 millones de personas. 

En resumen, no tenemos una gran variación en los puestos de trabajos registrados, hay un incremento del trabajo en negro y más cuentapropista, signos de una economía precarizada.

La inflación de los últimos 5 años se ubicó en el 1.081% anual, el salario como promedio del sector privado, público y el no registrado aumentó el 837%, la población perdió poder adquisitivo y se deterioró la calidad de vida.

El comercio también vivió su transformación, los supermercados minoristas en 5 años mostraron una caída de ventas del 5,5%, mientras que los supermercados mayoristas aumentaron sus ventas el 7,0%, los centros de compras perdieron ventas en 5 años por el equivalente al 16%.

En igual período de tiempo los ciudadanos dejaron de usar el dinero efectivo para utilizar mayoritariamente otros medios de pago como tarjetas y billeteras virtuales. En el año 2018 las transacciones comerciales se realizaban en un 56% con dinero efectivo, en la actualidad se ubican en el 36% solamente. Si pagas la compra mensual del supermercado en efectivo tenes que ir con una mochila cargada de pesos a la caja. La baja denominación de los billetes ayuda considerablemente a este problema.

La industria en 5 años cayó el 1,0%, y la utilización de capacidad instalada paso del 50% al 59%. Esto último se debe a la selectividad de producción entre los diversos sectores relevados.

La minería se incrementó en 5 años el 15,7%, se destacaron en particular el petróleo que creció el 29,4%, el gas natural el 6,0%, litio y otros el 21,4%, Cloruro de sodio puro 15,3% y extracción de sal en general 66,6%.

En el año 2018 la liquidación de divisas de industriales oleaginosos y exportador de cereales sumo U$S 10.960,0 millones en los primeros 6 meses, mientras que a junio del año 2023 para igual período estas liquidaciones sumaron U$S 11.031,7 millones. En años de sequía, los montos liquidados fueron muy parecidos, esto nos indicaría que es probable que en el año 2023 las exportaciones del sector podrían totalizar U$S 19.610 millones, menos de la mitad de lo liquidado en el año 2022 que ascendió a U$S 40.438,2 millones.  Las reservas son escasas, y seguirán siendo escasas hasta fin de año.

En los últimos 5 años la inflación fue del 1.081%, la evolución del dólar oficial fue del 789,3% y la evolución del dólar blue fue del 1.550%. En 5 años el dólar blue le gano a la tasa de inflación y devaluación.

Conclusiones

- Argentina aún no ha superado los problemas estructurales heredados desde el año 2011 en adelanto, potenciados por la pandemia del año 2020.

- La economía se contrajo el 3,5% en los últimos 5 años, y salvo la minería y supermercados mayoristas, el resto de los sectores relevados mostraron un franco descenso.

- No se han creado más puestos de trabajo en el sector privado formal, sin embargo, los puestos de trabajo crecieron en el sector público, asalariados no registrados y cuentapropistas, lo que denota la precarización laboral.

- La inversión pego el faltazo en los últimos años, y sin inversión es imposible crear nuevos puestos de trabajo y mejorar el salario real.

- La tasa de devaluación del peso (789,3%) fue inferior a la inflación de los últimos 5 años (1.081%) y el dólar blue fue elegido como resguardo de valor con una suba del 1.550%.

- La economía no explotó y tampoco explotará a futuro, languidez con una caída en la calidad de vida de los ciudadanos.

- Si el próximo gobierno revierte la decadencia vivida en los últimos años, es muy probable que los activos recuperen posición, el peso deje de devaluarse, y los mejores negocios pasen más por comprar acciones y propiedades, y no tanto por acopiar dólares billetes.

- El contexto internacional ayuda, la inflación en el mundo no se ha domado, y la tasa de interés se ubica en niveles del 5,0% anual. Es más negocio tener cosas que billetes, aquí y en cualquier parte del mundo.