La suba de tarifas y el problema de los precios relativos
El pedido de las empresas distribuidoras de gas de aumentos de hasta el 77% vuelve a poner bajo la lupa los valores de bienes y servicios que aumentaron por encima de la inflación, y los que quedaron retrasados.
Cuando un país, como Argentina, a traviesa un prolongado proceso inflacionario, comienza a surgir el problema de “los precios relativos”, bienes o servicios que se ajustan más rápido que la suba promedio de los valores y otros que quedan retrasados.
Por ejemplo, durante el año pasado, con una inflación que rondará el 97%, los costos del transporte de cargas se incrementaron 121,3% durante 2022, según informó la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC).
Los costos del transporte de carga y logística “afrontan esta situación en un marco de alta nominalidad de inflación en la economía argentina y por el gran incremento registrado en el gasoil en el año (121%), en los neumáticos (124%) y en los rubros vinculados a los equipos (154 %), en términos generales”, puntualizó el informe.
Por eso no sorprendió que las compañías distribuidoras de gas solicitaron este miércoles incrementos de entre un 21% y el 77% en todo el país a partir del mes próximo, para ponerse en línea con la inflación del año pasado y así garantizar el servicio.
"Todos los indicadores aumentaron sustancialmente más que las tarifas", dijo el miércoles el representante de Metrogas, Sebastián Mazzucchelli, quien pidió una suba de la tarifa de distribución que tendría un impacto promedio del 49% en la factura de un usuario residencial, del 47% para uno comercial, 3,3% para clientes industriales y del 10,5% para estaciones de GNC.
Incluso los salarios no subieron todos lo mismo. Según el último informe del Indec en los diez primeros meses, la inflación alcanzaba al 76,7% frente a una suba del 72% en los salarios de los trabajadores privados y públicos, mientras que los ingresos de los empleados “en negro”, que son un tercio de la fuerza laboral, solo tenían una mejora del 54,6%.
En este marco, la consultora Aceceb realizó un estudio “La economía bipolar precios que atrasan y otros que superan a la inflación” tomando un período más amplio de comparación. Desde que noviembre del 2019, último mes completo de Mauricio Macri, hasta igual mes del 2022, la inflación del gobierno de Alberto Fernández acumula una suba del 291 %.
Contra ese nivel de suba de precios, las tarifas eléctricas son las más relegadas con un alza acumulada del 65% (contra 291% de la inflación!); las de agua el 164%; los pañales y el arroz, el 216%; y el pan francés, el 284%.
El tipo de cambio oficial es uno de los precios más atrasados con un incremento del 168%, mientras que, por el contrario, el dólar blue creció el 352% superando la inflación acumulada.
La inflación de alimentos exhibió una suba del 310%, a pesar de los programas de precios Cuidados, los controles, inspecciones y los acuerdos. Ese nivel incluye por ejemplo la suba de la leche entera por litro que tuvo un alza del 320%, el aceite con el 456% y el azúcar con el 490%.
“La economía bipolar es una característica de esta gestión en la que los valores regulados por el gobierno corren muy por detrás de la inflación, pero igual no logran detener la escalada. A pesar de la política de pisar los aumentos, en 2022, la inflación duplicó a la del año anterior llegando casi al cien por ciento”, destacó la consultora.