La inflación de los alimentos no da tregua: acumuló 39% y resiente los bolsillos
Los productos de almacén acumularon subas de casi 70% en el último año, la carne 62% y frutas y verduras cerca del 50%. Mientras tanto, los salarios se diluyen ante el avance de los precios y las ventas en los comercios cae, en todos los rubros incluido los alimentos.
La inflación no le da tregua al Gobierno ni al bolsillo de los argentinos. En el conurbano, el precio de alimentos se incrementó 4,2% en mayo y acumuló 36,87% en los primeros cinco meses del año. En ese marco, el poder adquisitivo de los ingresos se diluye con una consecuencia directa en el consumo, que representa más del 60% del PBI de nuestro país.
El último relevamiento mensual de Isepci sobre 57 productos de la canasta básica de alimentos, en ochocientos comercios de cercanía de veinte distritos bonaerenses, representó el mes pasado un costo de $43.592 para una familia de cuatro integrantes, es decir, $1.758 más de lo que costaba en abril. El informe consignó que en diciembre pasado el valor de los alimentos básicos para la misma familia ascendía $31.489,95, mientras que ahora llegó a costar $43.592, lo que significó un incremento de $12.102.
Dichos aumentos estuvieron por encima de las remuneraciones mínimas que perciben los sectores de más bajos ingresos, según destacó la entidad que depende de Barrios de Pie. Por caso, el salario mínimo se incrementó sólo 22%, pasando de $32.000 a $38.940, y la Asignación Universal por Hijo tuvo un incremento del 12,3% en el mismo período, desde $5676 a $6.374.
Dentro de los valores de la CBA, los productos de verdulería, que en los meses anteriores venían con menores subas, volvieron a repuntar y pasaron a encabezar nuevamente los incrementos por rubro: 39,10% desde diciembre, mientras los de almacén llegaron a subir 38,91% promedio, y los de carnicería estuvieron en un “módico” 33,46%, siempre en el período diciembre 21- mayo 2022.
Este aceleramiento de los aumentos en los primeros cinco meses del 2022 a su vez eleva considerablemente el porcentaje de incrementos en el cálculo interanual. En detalle, la CBA para una familia tipo era de $26.684 hace un año y ahora escaló a $43.592, o sea que ese mismo hogar necesitó $16.907,58 más ($63,36%) para cubrir los mismos gastos. Dentro de los aumentos, el rubro de almacén fue el que más subas aportó, con 69,85%, seguidos por las carnes (62,07%), mientras que las frutas y verduras se incrementaron 48,55%.
Esta dinámica, que es un espejo de lo que sucede a nivel nacional, choca con el consumo de las familias que no sólo retrocede en bienes durables, sino también en productos básicos. Así lo reflejó el último relevamiento de Came, el cual arrojó en mayo una caída de las ventas minoristas del 3,4% interanual y del 8,9% respecto al mes previo. Pese a la caída, las transacciones acumulan un alza de 5,4% en los primeros cinco meses del año frente al mismo periodo del 2021.
La entidad pyme, en un comunicado de prensa, señaló que en mayo “todos los rubros relevados vieron retroceder sus ventas, tanto en la comparación anual como mensual. El mercado de consumo notó el menor poder de compra del ingreso familiar y las menores propuestas de financiamiento”. Desde la organización mercantil sostuvieron que “para el comercio, mayo fue un mes limitado por los aumentos de precios y costos, que debilitaron su rentabilidad y el ánimo del consumidor”.
Por rubros, la mayor caída en las ventas se dio en indumentaria y textil (-9%), un sector que marcó también un fuerte incremento en los precios de los productos; mientras que la menor merma se dio en ferreterías, materiales eléctricos y construcción (-1%). En alimentos y bebidas, las ventas en mayo descendieron 2,9% anual y 4,2% mensual, con un consumidor muy medido frente a los cambios constantes de precios.
“Los comercios consultados señalaron que fue notorio cómo la gente se volcó a productos más económicos y a comprar solo lo necesario. Muchos locales vienen además recortando los stocks, reponen más lentamente, tienen problemas para conseguir variedad, y eso también le deja menos opciones para elegir al consumidor”, señaló Came.
La pérdida del poder adquisitivo alcanza a todos los segmentos laborales. En ese sentido, un reporte del Mirador de Actualidad del Trabajo y la Economía, que conduce un grupo de economistas de la Universidad Nacional de Rosario, destacaron que en el primer trimestre el índice de salarios quedó 1 punto por debajo de la inflación.
“La aceleración de la inflación frenó el aumento real de los salarios en el sector privado que llevaba un año en alza. El nivel actual es aún inferior al dejado por Cambiemos”, apuntó Mate.