Inversiones en cuarentena: ganadores y perdedores en más de un centenar de días frenéticos
Durante los días del ASPO en Argentina, los mercados tocaron mínimos y máximos. Se beneficiaron las acciones tecnológicas, y obviamente fueron muy perjudicadas las relacionadas con el turismo. También hubo fuertes movimientos en los commodities. En Argentina, el que una vez más apostó al dólar le ganó al plazo fijo y la inflación, pero no a las acciones, las inversiones estrella (junto con los bonos) en la plaza local.
Cuando el presidente Alberto Fernández anunciaba el 19 de marzo pasado el irremediable Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) en Argentina, los mercados financieros globales se encontraban inmersos en una debacle histórica a causa de los efectos impredecibles de la pandemia del Covid-19.
El lunes 16 de marzo, cuatro días antes del inicio de la cuarentena en Argentina, el Dow Jones de Industriales de la Bolsa de Nueva York tuvo su segunda peor caída en sus 124 años de historia, al derrumbarse 12,9%, un desplome solo doblegado por otro lunes negro, en octubre de 1987, cuando el índice sucumbió un 22,6%. Pero esta vez, se superaría aquella catástrofe bursátil, al concretarse la baja más rápida de la historia (apenas 21 jornadas necesitó la bolsa neoyorquina para convertirse en mercado bajista, al perder 20% desde su techo de febrero). El coronavirus y las medidas de aislamiento para contrarrestarlo provocó el peor freno de la economía de EEUU en más de 70 años. “El alcance y la velocidad de esta crisis no tiene precedentes en la historia moderna. Es significativamente mayor que cualquiera recesión desde la Segunda Guerra Mundial”, describió en aquel momento el presidente de la Fed, Jerome Powell.
Sin embargo, el pánico comenzaría a desvanecerse en el mercado casi tan rápido como había llegado: el piso del coronacrash 2020 (por ahora) en el Dow ocurrió exactamente una semana después de aquel tercer lunes de marzo, para iniciar Wall Street lo que sería su mejor trimestre en más de dos décadas, producto de inéditos paquetes de estímulos monetarios y fiscales, junto con la baja de tasas cercanas a 0%, lo que generó la expectativa de un repunte en forma de “V” de la actividad. En rigor, en la práctica el mercado se desconectó radicalmente de lo que sucedía simultáneamente en la economía real (se espera que el PBI de EEUU caiga más de 20% en el segundo trimestre). Mariela Diaz Romero, economista Senior de Econviews remarcó a Data Clave que “marzo fue un mes piso, cuando las acciones habían caído muy rápido alcanzando su nivel mínimo en el año por la proliferación del Covid-19 en Europa y América. Sin embargo, con posterioridad a ese mes exhibió un rebote fruto de que las cuarentenas empezaron a relajarse”. De igual forma, vale remarcar que más allá de la recuperación de Wall Street, hay disparidad entre los distintos índices que lo componen. “No todo volvió a valer lo que valía antes de la crisis. Por ejemplo, el Dow Jones, que representa a la industria dura, es el más atrasado de todos los índices, ya que aún se mantiene un 8,6% por debajo de principios de año. Además, el S&P 500 cae un 1,9% en lo que va de 2020, mientras que el Nasdaq está nuevamente en récord y acumula un alza del 16,6% este año”, analizó en diálogo con este medio José Bano, Gerente de Inversiones en InvertirOnline.
Inversiones en 111 días frenéticos
En ese camino de una recuperación casi inédita en los mercados aparecieron, claro está, muchos ganadores, pero también quedaron en el camino múltiples perdedores. Para delimitar el período de análisis de diferentes activos del mercado internacional y local, vamos a utilizar como punto de partida el inicio de la cuarentena en Argentina (20 de marzo) hasta este miércoles 8 de julio. A grandes rasgos y en los extremos de estos 111 días se beneficiaron las empresas tecnológicas en su mayoría, lo que se vio reflejado en el salto del índice Nasdaq (se disparó más de 46,7%), mientras que, por el contrario, fueron muy perjudicadas las aerolíneas, cruceros o restaurantes, por citar algunos sectores. También hubo fuertes movimientos en los mercados de commodities: el oro trepó 22,7%, y el petróleo, muy volátil, ganó hasta casi 62,1% desde el 20 de marzo (en el medio llegó a cotizar en negativo, y aún acumula en 2020 un 33% de pérdida).
En Argentina, por su parte, las inversiones ganadoras fueron claramente las acciones, propulsadas por los mercados internacionales y la expectativa de un acuerdo por la deuda: el S&P Merval de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) escaló 88,7% medido en pesos, y 54,8% calculado en dólares al tipo de cambio del “contado con liqui” (CCL). Pero también registraron un fuerte “upside” los bonos soberanos en dólares ante la ilusión de un arreglo con acreedores en la reestructuración de la deuda. También se destacaron algunos títulos en pesos que ajustan por CER (inflación).
En la puja entre el dólar y plazo fijo en pesos hubo claro ganador: el billete verde. Las cotizaciones oficiales subieron en este período hasta 14,2%, y las alternativas bursátiles avanzaron un 21,9% (CCL) y un 48,5% (blue), mientras que las colocaciones a plazo apenas acumularon un incremento del 7,5%, por encima de la inflación, calculada en 6% durante la cuarentena. “Para paliar la suba del dólar libre, el Central impuso un piso a las tasas de interés, que se incrementó de forma paulatina hasta llegar al 30% actual. A pesar de ello, el rendimiento de las tasas de plazos fijos tradicionales durante el aislamiento social se mantuvo por debajo de la depreciación del tipo de cambio oficial”, analizó la economista de Econviews.
Inversiones ganadoras
-Acciones tecnológicas: las compañías del sector tecnológico fueron sin dudas las grandes triunfadoras de la cuarentena, ya que recuperaron velozmente sus pérdidas de marzo y alcanzaron incluso nuevos máximos (algunas duplicaron su valor). “Se vieron beneficiadas con el ´quédate en casa´, y las expectativas de una `nueva normalidad` post Covid-19 que aceleró la adopción de herramientas tecnológicas en la sociedad ya sea para trabajar, para consumir (ecommerce) como para comunicarse”, comentó a Data Clave Federico Broggi, jefe de Research de IEB (Invertir en Bolsa).
Entre las destacadas, aparecen las acciones de la plataforma Zoom (+115,1%, con un acumulado en 2020 del 291,4%), de Amazon (+63,8%), de Facebook (+59,1%), de Apple (+55,8%), y de Microsoft (+49,1%). Un lugar súper destacado se lo llevan los papeles de la argentina Mercado Libre que, en el mencionado período, se dispararon incluso más que Zoom: +119%, llevando a su capitalización bursátil a superar los u$s50.000 millones (unos u$s7.000 millones más que las reservas brutas del Banco Central argentino). Otra compañía de origen nacional que creció fuerte es la desarrolladora de software Globant, cuyos activos se apreciaron un 94,8%.
No se debe soslayar dentro del Nasdaq el sorprendente caso del innovador fabricante de autos eléctricos Tesla: sus acciones volaron en estos 111 días un 219,4%. Recientemente la empresa de Elon Musk, que entregó casi 91 mil vehículos en el segundo trimestre (muchos más de los estimados), se convirtió en la automotriz más valiosa del mundo por capitalización bursátil, superando a Toyota.
Un dato a tener en cuenta es que la mayoría de estas acciones mencionadas se pueden operar con pesos desde Argentina a través de Cedears (Certificados de Depósito Argentinos), que además de replicar las variaciones de precios de esas empresas en la bolsa de Nueva York, están atados a la evolución del dólar CCL. En consecuencia, los Cedears de Tesla, por ejemplo, volaron un 273,6%, los de la empresa de Marcos Galperín treparon un 166,4%, y los de Amazon ganaron un 95,8%.
-Acciones de mineras de oro: la fuerte emisión monetaria de la Fed y otros bancos centrales del mundo para paliar la crisis del coronavirus “generaría presiones inflacionarias, lo que provocó un aumento en la demanda del oro de parte de inversores que buscan protegerse de la suba de precios”, destacó el jefe research de IEB. Así, las mineras se vieron favorecidas en forma directa por el aumento de commodity, que toco esta semana máximo desde 2011 (superando los u$s1.800 por onza). Por ende, acciones de empresas como Barrick Gold acumularon entre fines de marzo y principios de junio una revalorización del 72,4%, mientras que su Cedear saltó un 100,1% en BYMA.
-Acciones argentinas con subas de tres dígitos: desde el comienzo de la cuarentena las inversiones ganadoras en nuestro país fueron también las acciones, por efecto de Wall Street, la deuda, y la suba del CCL. En el S&P Merval, los mayores incrementos en el período analizado los anotaron los papeles del Grupo Financiero Valores (+175,4%), YPF (+136,9%), Aluar (+131,5%), Mirgor (+120,4%), y Ternium (+102,6%).
Por su parte, en el panel general, donde operan las acciones de menor liquidez, brilló la productora de harinas Morixe, con salto del 270,1%. Pero además sobresalieron otras empresas agroalimentarias, como Molinos Agro (+167,7%), Molinos Juan Semino (+129,1%), San Miguel (+129%), y Molinos Río de la Plata (116,3%). También lograron avances de tres dígitos la desarrolladora de tecnologías Boldt (+137,7%), y la fabricante de envases de vidrio Rigolleau (+116,3%).
-Bonos argentinos en dólares: Desde precios netamente de default, los títulos argentinos dolarizados recobraron fuerza en los últimos meses y rebotaron hasta más de 100% los cotizantes en pesos, y hasta más del 70% los nominados en moneda dura, ante varias señales del Gobierno y los acreedores de querer llegar a un acuerdo (hubo un fuerte impulso esta semana con la nueva oferta del Gobierno), más allá de las aún persistentes diferencias sobre todo los principales fondos (ayer rechazado la última propuesta oficial). Entre las subas más salientes, aparecieron el Bonar 2037 (+107,5%), Bonar 2020 (+105,6%), el Par (+102,9%), y el Bonar 2024 (+91,9%). De la serie D, nominados en dólares, Discount (DICAD) escaló un 72,9%. Son todos títulos regidos por ley argentina, cuyo interés se acrecentó por la expectativa de un tratamiento igualitario (a la oferta de bonos bajo ley extranjera) en el próximo canje para esta deuda.
-Bonos en pesos atados a la inflación: Los títulos que ajustan por CER fueron otros de los instrumentos que proporcionaron interesantes rendimientos a los inversores, ante pronósticos de una creciente inflación, a partir de la montaña de pesos que emitió el BCRA para asistir al Tesoro. Uno de los más operados en este subsegmento es el TX21, que subió en la cuarentena 72%. “Fue una muy buena alternativa invertir en bonos ajustados por CER, al observar la situación macroeconómica muy debilitada de Argentina, en la que se previa una fuerte emisión de pesos, lo que puede anticipar un rebrote inflacionario”, dijo el asesor financiero Mauro Cognetta a Data Clave.
Por otro lado, vale una mención especial para el producto estrella del mercado en el último mes: los bonos corporativos dollar linked, que resurgieron a partir de la amplitud de la brecha cambiaria. “Se percibe que el dólar oficial está muy barato y hay una gran demanda de parte de los inversores particulares, institucionales y corporativos a estar posicionado en estos bonos que ajustan por la devaluación del peso”, describió Cognetta.
Inversiones perdedoras
-Acciones vinculadas al turismo: de un día para el otro las actividades relacionadas al esparcimiento y viajes dejaron de funcionar ante el cierre de fronteras y las medidas de confinamiento de los países para intentar mitigar los contagios del Covid-19, razón por la cual los precios de las acciones de compañías ligadas al turismo sufrieron incalculables pérdidas. “Si bien tuvieron una recuperación desde los mínimos de marzo, aún se encuentran lejos de sus últimos máximos”, explicó Broggi. Entre las caídas anuales más notorias aparecen las acciones de las aerolíneas, como United Airlines (-63,1%), American Airlines (-58,2%), y Delta Airlines (-53,8%), junto con las compañías de cruceros como Norwegian Cruise Lines (-72,6%). Los casos argentinos testigo de este segmento son Corporación América, que se hunde en lo que va del año -59%, y Despegar, que pierde en 2020 un 40,3%. Si bien todas estas empresas lograron rebotar en el período analizado, las ubicamos entre las perdedoras ya que por el momento se desconoce cuál será el impacto total de la pandemia en sus resultados, como cuándo y cómo retornarán a sus actividades habituales. Una acción del sector que sí se derrumbó en el lapso de la cuarentena es Hertz, empresa de alquiler de autos, que se presentó en concurso de acreedores (Chapter 11) en la última semana de mayo. Entre fines de marzo y este miércoles acumuló un derrape del 64,3% (y -90,6% en el año).
-Acciones locales con menores rendimientos: no todo brilló en el mercado doméstico de renta variable durante el confinamiento social. En ese sentido, de los 20 papeles que actualmente forman parte del índice líder los menores retornos los registraron las acciones de Telecom Argentina (+41,2%), y del honding energético Pampa Energía (+51,5%). En el panel general, incluso se dieron algunos retrocesos: el más notorio fue el de IRSA propiedades Comerciales, que se hundió 19,1%, condicionada por el cierre de los shoppings en todo el país. Además, las acciones del fabricante de artefactos domésticos Domec cayeron 17,3%, y las de Garovaglio & Zorraquín, un 1,2%.
-Bonos en pesos a tasa fija, ajustables por BADLAR, y plazos fijos tradicionales: Salvo los instrumentos en pesos atados a la inflación, el resto de los bonos o incluso los plazos fijos en moneda local no fueron una alternativa rentable para los ahorristas, comparado con el resto de los activos mencionados. La tasa BADLAR (para colocaciones a plazo mayores a un millón de pesos) y el plazo fijo tradicional dieron una ganancia de apenas entre el 7% y 7,5%, respectivamente, levemente por encima de la inflación en el período (6%), pero por debajo del regulado dólar oficial. A su vez, algunos bonos a tasa fija, como el Bonte 2026 (TO26), sufrieron caídas de hasta el 7,1%, mientras que los que ajustan por la tasa Badlar, como el Consolidación 2022 (PR15), mostraron flojos avances por debajo del 20%.
-Commodities agrícolas: Golpeados por la menor demanda en todo el mundo y la revalorización del dólar, la mayoría de los granos y cereales sufrieron bajas durante la cuarentena: el trigo cedió un 2,8%, el maíz, un 0,8%, mientras que la excepción fue la soja, aunque con un acotado rendimiento positivo del 5,5%. De igual manera, lo preocupante para nuestro país es el acumulado anual de los principales productos agrícolas: desde principios de este año cae 12% el trigo, 16% el maíz; un 8% la soja y más de 21% el aceite de la oleaginosa, según un paper del Estudio Broda.