Claves para encontrar refugio en un mercado volátil y con varios vientos de frente
El comienzo de 2022 ha sido realmente adverso para las diversas alternativas que ofrece el mercado financiero. Los ganadores del año hasta ahora en Argentina son los plazos fijos ajustables por CER/UVAs.
Con la excepción de inversiones que ajustan por inflación, el comienzo de 2022 ha sido realmente adverso para las diversas alternativas que ofrece el mercado financiero, ya sea a nivel local, como, y, sobre todo, en términos globales. Ni siquiera el dólar, el refugio por excelencia que usan los argentinos, ha tenido una buena performance frente a la suba de precios.
Con un IPC de 23,1% en los primeros 4 meses del año en la Argentina, el dólar oficial ha subido menos de 15% en 2022, mientras que los tipos de cambio paralelos, como mucho, aumentaron 6,3%, en el caso del MEP (hoy opera en torno a los $210, y se accede a él a través de compraventa de bonos en a Bolsa). Pero si medimos al blue, el de mayor trascendencia mediática, la cuenta da negativa en términos nominales: -1,9% en lo que va de 2022 (está en $203, $4 por debajo del cierre de 2021.
En lo que refiere al mercado bursátil, el S&P Merval de la bolsa porteña acumula una suba marginal del 4% en pesos, y una caída del 0,1% en dólares (al tipo de cambio financiero). Se trata de una performance bastante digna si la comparamos con el recorrido anual de Wall Street, cuyo índice de referencia, el S&P500 acumula una caída cercana al 20% desde su máximo histórico anotado a inicios de 2022 (en términos técnicos entró en mercado bajista), ante los temores a una recesión de la economía de EEUU, que instiga la Reserva Federal, con una política monetaria agresiva, para intentar detener la mayor inflación en 40 años (en torno al 8% anual), potenciada por los efectos en los commodities que genera la guerra entre Rusia y Ucrania.
Un dato que sorprende: el Dow Jones, otro de los principales índices de la bolsa neoyorquina lleva 8 caídas semanales consecutivas, lo que representa su peor racha en 90 años, desde la denominada Gran Depresión.
“Se descontaba que el 2022 sería un año complejo, muy malo para la deuda y volátil para las acciones. No obstante, el escenario internacional se ha tornado más complicado de lo esperado. A la suba de tasas en EEUU, se sumó la reducción de la hoja de balance de la FED (que se inicia en junio), el conflicto bélico en Europa se prolonga y se han extendido los confinamientos en China”, afirma a Data Clave Norberto Sosa, director de Invertir En Bolsa (IEB).
Por su parte, Juan Manuel Franco, economista Jefe de Grupo SBS, cree que “el escenario global actual es uno de mayor volatilidad que el vivido hace meses atrás, producto principalmente de tres factores: una postura más agresiva de la Reserva Federal en Estados Unidos, el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, y los distintos lockdowns sanitarios en ciudades de China”.
Un párrafo aparte para los bonos argentinos en dólares, que la semana pasada tocaron su menor nivel desde el canje de la deuda con privados en 2020, y registran desplomes de hasta 23,4% en el año, con un riesgo país argentino en niveles de default, por encima de los 1.900 puntos básicos. Esto se explica por la desconfianza de los inversores por el rumbo de la economía, ante una inflación que se proyecta por encima del 65% para este año, y por los constantes cortocircuitos dentro de la coalición gobernante, pese al reciente acuerdo con el FMI para refinanciar la deuda récord (unos u$s45.000 millones) tomada por el gobierno macrista.
Con todo, los ganadores del año hasta ahora en Argentina son los plazos fijos ajustables por CER/UVAs (pagan la inflación, más un ínfimo porcentaje, con un plazo mínimo de 90 días), cuyo stock viene creciendo 25% en términos reales (por encima de la inflación) respecto a diciembre 2021, en desmedro de las colocaciones tradicionales a 30 días, pese a la constante suba de tasas impulsada por el Banco Central (hoy se ubica en 4% mensual o 48% anual, frente a un 58% de expectativa de inflación para los próximos 12 meses, según el REM que publica el BCRA).
En la misma línea que los plazos fijo UVA, los Fondos Comunes de Inversión (FCI) con bonos en pesos CER, y éstos mismos títulos en forma individual, suben en 2022 hasta el 31%.
Frente a este complejo escenario local y global con varios vientos de frente, Data Clave consultó a 4 especialistas sobre las claves para encontrar refugio hoy y al menos no perder frente a la altísima inflación doméstica y mundial.
Perfiles conservadores
Maximiliano Bagilet, asesor financiero de TSA Bursátil, del Grupo Transatlántica, opina que “en estos momentos, el principal consejo es resguardarse en activos que estén exentos de la alta volatilidad presente en el mercado, más allá de preservarse ante posibles bajas que estamos viviendo, sobre todo en renta variable”.
En este sentido, cree que hoy prima la liquidez para cualquier inversor ante un escenario donde “veremos mejores oportunidades de compra en las próximas semanas. Ante una Fed ausente en el uso del histórico “put” (ante su lucha contra la inflación parece no considerar la estabilidad del mercado financiero para proteger a los inversores), los activos todavía no tienen un piso incierto y resta una toma de ganancias aún mayor”.
“El consejo que puedo dar ante este contexto es que los inversores traten de estar diversificados en pesos y dólares porque el escenario inflacionario revive la oportunidad del carry trade ante la política de suba paulatina de tasas del BCRA. Sugiero estar corto en pesos y largo en dólares si la tasa de interés es atractiva”, dice Omar De Lucca, CFO de Grupo SURMAX.
Con todo, Bagilet opina que existen “grandes oportunidades en el mercado de renta fija corporativas para aquellos inversores con dólares cash. A dos años y con rating crediticio aceptable para el mercado argentino, hay obligaciones negociables pagando rendimientos del 8% anual en dólares”.
En tanto, Sosa señala que “en los últimos tiempos, se ha generado una demanda muy interesante en deuda corporativa argentina. Existen compañías con buena calidad crediticia. No obstante, nos preocupa que, ante la imposibilidad de cumplir con las metas de activos internacionales con el FMI, el BCRA apriete un poco más el cepo y lastime este mercado, por lo que se debe ser cuidadoso”.
Para los inversores conservadores con excedentes de pesos, también existen alternativas frente a este contexto. “Bajamos la exposición del carry (deuda en pesos) y comenzamos lentamente un proceso de dolarización. Principalmente a través del Dólar Bolsa o MEP, en niveles actuales de 210, manteniendo todavía un 50% de la posición en pesos ajustada a CER con vencimiento a 2024, buscando cobertura contra la inflación”, remarca el asesor financiero de TSA Bursátil.
Coincide Franco de SBS que los perfiles conservadores aún “pueden ver atractivo en apuestas por CER, como en FCI con gran parte de su capital invertido en ese asset class, tal como nuestro SBS Renta Pesos FCI”.
Para quienes busquen alternativas por fuera del mercado financiero convencional, existen algunas opciones vinculadas a la economía real, en particular, al sector agroexportador. “Como alternativas de inversión para inversores conservadores y cortoplacistas, recomiendo el Plazo Fijo Vacuno de corto plazo y que rinde un 65% nominal anual”, cuenta De Lucca, del Grupo SURMAX. Son unos 17 puntos porcentuales más de lo que paga hoy un banco por un plazo fijo, “sustentado por una exportación que crece exponencialmente mes a mes”, agrega.
Perfiles arriesgados
En materia de acciones, ya para un perfil más arriesgado, el director de IEB sostiene que “cuando vemos una serie histórica del S&P500, éste ha sufrido bajas importantes por guerras, recesiones y crisis financieras que parecían terminales como la del 2008. No obstante, el mercado de acciones de EE.UU. siempre ha recuperado todo el terreno perdido y ha registrado nuevos máximos. Por lo tanto, para el inversor que ya está invertido en acciones, si tiene la suficiente tolerancia, en situaciones como la actual suele convenir no hacer cambios”. En Argentina, se puede acceder a acciones de Wall Street a través de los Cedears, que se negocian en pesos, y representan papeles de empresas extranjeras.
El economista Jefe de Grupo SBS considera que perfiles con apetito por el riesgo “podrían apostar a sectores vinculados a commodities energéticos y de materiales vía Cedears, como la petrolera estadounidense ExxonMobil (XOM), la brasileña Petrobras (PBR), y la minera también del país vecino Vale (VALE)”.
Y quienes estén dispuestos a correr más riesgo “podrían ver valor en acciones tecnológicas, uno de los sectores más castigados recientemente por la perspectiva de tasas de interés”, agrega. El especialista pondera a empresas como Apple (AAPL), o Alphabet (GOOGL), la empresa matriz de Google, así como también el CEDEAR de EFT (fondos cotizados) del índice Nasdaq (QQQ).
Por su parte, el analista de IEB enumera que “los sectores relaciones con crecimiento como: consumo discrecional (que incluye a Amazon y Tesla), servicios de comunicaciones (que incluye a Netflix y Meta Platforms) y tecnología de información (que incluye a Paypal) han sufrido fuertes correcciones que muestran importantes crecimientos potenciales con respecto a los “price target” (precios objetivos) que definen los analistas de compañías”. Por lo tanto, para el inversor que está líquido, “tiene oportunidades para posicionarse de forma escalonada en activos que le darán interesantes ganancias en el mediano plazo”, indica Sosa.
Respecto a las acciones del mercado local, Franco subraya que prefiere carteras diversificadas de equity como la del FCI SBS Acciones Argentina FCI. En cuanto a papeles particulares, destaca a la petrolera de Galuccio, Vista Energy (VIST), y al holding energético de Marcelo Mindlin, Pampa Energía (PAMP).
Con respecto al equity local, tanto en términos históricos como relativos con respecto a mercados de la región, las compañías argentinas tienen precios que las hacen lucir muy atractivas en una visión de mediano y largo plazo, aventuran los especialistas. No obstante, el mercado parece internalizar el escenario que la transición del actual gobierno al siguiente será más compleja que la del segundo gobierno de Cristina Kirchner a Mauricio Macri. “El siguiente gobierno tendrá que tomar decisiones que hagan que los precios sigan bajos por más tiempo. Por lo tanto, para las acciones argentinas, valdría la misma estrategia que para los bonos soberanos emitidos en dólares”, cree el director de IECB.
Respecto de la renta fija, el economista jefe de SBS cree que podría existir un potencial de suba “en las valuaciones actuales de los bonos Globales en dólares (pueden pagarse contra pesos), cuyos "favoritos" son el GD35 y el GD41.
En el mercado de bonos soberanos denominados en dólares, los bonos argentinos fueron relativamente defensivos con respecto a la deuda emergente global. “Nuestra interpretación es que se debe a que los mismos se encuentran en niveles de “recovery value” (valor de recupero), por lo que se estima que su caída potencial es acotada. Para un inversor que tiene estos instrumentos no parece adecuado desarmar posición a estos precios. No obstante, se estima que una mejora de corto plazo sería probablemente más motivada por un factor externo como la apertura gradual de China, que por un factor interno. Por lo tanto, quizás convendría hacer una estrategia híbrida de mantener una parte de la posición y la otra parte invertirla en activos externos”, sugiere Sosa.
Por último, para quienes busquen retornos en dólares, desde el Grupo SURMAX ofrecen invertir en cultivo de granos, que hoy da un rendimiento del 12% anual en dólares, con renta semestral. Y para los más arriesgados, De Lucca sugiere apostar por vacas de cría a 30 meses, que “cuenta con un retorno anual del 14% en dólares, y con posibilidad de hacer interés compuesto”. Dice que hoy “es la mejor opción que existe dentro de este tipo de alternativas”.