La poderosa FOTIA, en línea con los industriales del Centro Azucarero, adviertió que la derogación de la Ley del Azúcar y los cambios en la de Biocombustibles implican “un grave riesgo de subsistencia de la actividad y la pérdida de una inmensa cantidad de fuentes de trabajo”.

En línea con lo planteado por los industriales nucleados en el Centro Azucarero Argentino (CAA), la Federación Obrera Tucumana de la Industria Azucarera (FOTIA) rechazó la derogación de la ley del Azúcar N° 25.715 y las modificaciones que se proponen en el proyecto del Ejecutivo a la Ley de Biocombustibles N° 27.640, porque generan “un grave riesgo de subsistencia a la principal actividad productiva del Noroeste Argentino” y la pérdida de “una inmensa cantidad de fuentes de trabajo”. 

El caso ya fue planteado al Gobierno nacional por el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, en una reunión que mantuvo la semana pasada con el ministro del Interior, Guillermo Francos.

X de Guillermo Francos

A través de un comunicado, FOTIA destacó que “la actividad sucroalcoholera representa un empleo directo de aproximadamente 58.000 personas e indirectamente brinda trabajo a más de 140.000 trabajadores”.

Esta posición crítica de cañeros e ingenios se contrapone con la de la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO) que aprobó las modificaciones sobre qué cantidad de proporción debía utilizarse y otras regulaciones, las que “seguramente se traducirá en mejoras en calidad de producto, nuevos desarrollos y otras aplicaciones, con las consecuentes inversiones para que el sector genere más y mejores opciones para el consumidor”. 

Si bien piden una serie de modificaciones para competir en plano de igualdad con producciones del exterior, el Presidente de CARBIO, Luis Zubizarreta considero que el proyecto de ley actual “soluciona esta inequidad, le dará al consumidor un biocombustible de calidad y a precios razonables, promoviendo una industria competitiva y sustentable”.